Ciudad de México/El País
El último viernes del pasado julio cinco cuerpos fueron hallados en un departamento de una colonia de clase media de la Ciudad de México. Entre las víctimas del homicidio que a la fecha continúa impune se encontraba Rubén Espinosa, un fotoperiodista que había trabajado en Veracruz, el estado más peligroso para ejercer el periodismo en México. La turbia muerte de Espinosa ha engrosado una vergonzosa cuenta que se inició hace 15 años: 92 periodistas han sido asesinados en el país. “El 2015 ha sido un año increíblemente violento para la prensa”, dijo Darío Ramírez, director en México de Artículo 19, que vela por la libertad de expresión. La organización contabilizó el año pasado 397 agresiones y 7 asesinatos de periodistas. En promedio un informador fue agredido en México cada 22 horas.
“El miedo está instalado en todas las redacciones de este país”, dijo este jueves Darío Ramírez al presentar el informe M.I.E.D.O (Medios, Impunidad, Estado, Democracia, Opacidad). La organización asegura que este sentimiento es el hilo conductor de su informe para 2015, un año donde la violencia contra la prensa aumentó un 21.8% al pasar de 330 agresiones de 2014 a 397 en 2015. En los tres primeros años de Enrique Peña Nieto se han documentado mil 073 agresiones, 19 asesinatos y tres reporteros desaparecidos. En el actual Gobierno del PRI se han documentado el 58.5% del total de las agresiones registradas desde 2009 (mil 832). “Hablar con periodistas, reporteros y camarógrafos basta para notar que hay un velo de temor”, mencionó Ramírez.
Como si se tratara de un déjà vu, Darío Ramírez dijo ante la audiencia reunida en la Estación Indianilla, un centro cultural del centro de la Ciudad de México, que Veracruz es nuevamente el Estado más mortífero para la libertad de expresión. El 13% del total de agresiones documentadas, 67, fueron cometidas en el estado gobernado por Javier Duarte, del PRI. “La impunidad es cada día más y el desdén de las autoridades es cada día mayor”, dijo Ramírez. Artículo 19 había dado cifras similares en 2014 y sobre todo en 2015 tras el asesinato en Coatzacoalcos (sur de Veracruz) del modesto reportero local Gregorio Jiménez, que cobraba 1,7 dólares por noticia.
Ramírez presentó ayer su último informe como director de la organización, cargo que abandona después de diez años. El cambio de aires lo obligó a una reflexión final sobre Javier Duarte. “Es el perpetrador más letal contra la prensa en la historia de México”, dijo tras recordar que desde la llegada del gobernador en 2010 se han registrado en la entidad 203 agresiones y 15 homicidios de periodistas. En 2015 ocurrieron los de Moisés Sánchez, Filadelfo Sánchez y Rubén Espinosa, asesinado en la Ciudad de México.
Duarte y los de su estirpe son algunos de los villanos de esta historia, según Artículo 19. El informe asegura que muchas de las agresiones contra los periodistas vienen desde el poder. “Cuatro de cada diez son cometidas por servidores públicos”, revela Ramírez. Los autores del documento aseguran que 2015 fue un año particular por las elecciones intermedias que renovaron el Congreso. El ambiente de polarización electoral les permitió vincular 40 casos, el 8 por ciento de las agresiones, a miembros de partidos políticos. El 81 por ciento de las agresiones totales vinieron de autoridades estatales y locales. El resto, de funcionarios federales. El crimen organizado ocupa el segundo puesto de depredadores de la prensa.
Además de Veracruz, los Estados donde más violencia se registra contra los informadores son Ciudad de México, con 67 casos, Guerrero, con 56 y Puebla con 38. El clima de hostilidad se ha generalizado. Estados que no figuraban anteriormente entre los censores han comenzado a sumarse al fenómeno. Es el caso de Guanajuato, en el centro del país, que promediaba una agresión por año y que en 2015 pasó a tener 13. Puebla, que dio un salto de 3 agresiones en 2013 a las 38 de 2015, concentra el 30% de ataques cibernéticos registrados en el último sexenio.