Las delegaciones de policía que hace algunos años funcionaban ahora están en el olvido y se han convertido en nido de delincuentes o zonas inseguras.
Un claro ejemplo son las instalaciones de policía que quedaron en la colonia Pedro J. Méndez, donde solamente quedó la infraestructura de material y con ventanas rotas.
Las instalaciones lucen vacías y en deterioro, y dejan ver el tiempo que ha pasado sin que sean ocupadas.
En el interior solamente quedaron algunas mesas que ya están podridas por lo que los cuartos ahora son utilizados por personas que buscan esconderse o indigentes.
La subestación de policía se encuentra en la zona donde hay viviendas, por lo que familias siempre temen, ya que el lugar se ha convertido en una zona de riesgo.