Monterrey, NL
Gustavo Rojo era quizás el último galán de aquellos años en los que el cine mexicano se forjaba a base de grandes rostros y presencias que llenaban la pantalla.
En los 40 era un incipiente jovencito que apenas recitaba sus líneas, pero poco a poco fue adquiriendo experiencia hasta convertirse en uno de esas caras que merecían estar en primer plano.
Por su rostro casi perfecto y su impecable manera de vestir, al igual que su hermano Rubén Rojo figuró junto a grandes nombres como Fernando Soler, Sara García, Antonio Badú, David Silva y Domingo Soler, todos ellos con más nombre que él.
Cortesana, Cuando los Padres se Quedan Solos, Una Mujer con Pasado, Las Colegialas y Mamá Inés, fueron algunos de sus aciertos en cintas de los 40.
Así alternó con las actrices jóvenes de la época: Marga López, María Elena Marquez, quienes apenas despuntaban en escena, además de Meche Barba, Maria Antonieta Pons y Susana Guízar, ya colocadas como protagonistas.
El drama fue su especialidad, aunque tomó parte más adelante en exitosas comedias como Desnúdate, Lucrecia, junto a Silvia Pinal; El Gran Calavera, encabezada por Fernando Soler, entre otras.
Tras colocarse en México fue requerido en España, Italia y hasta en Hollywood, para estar en producciones épicas o dramáticas.
Ya como primer actor se cuentan Esmeralda, María la del Barrio, Destilando Amor, Mañana Es para Siempre, Triunfo del Amor, Al Diablo con los Guapos, hasta cerrar su carrera en la televisión con Un Camino Hacia el Destino, que realizó apenas el año pasado a los 92 años.
De lento andar o con muchas escenas en las que aparecía sentado, Rojo demostró en televisión que su amor por los escenarios era más grande que cualquier deseo de reposar en casa.
DESPEDIDA MUY ÍNTIMA
Una despedida sobria, íntima y libre de medios de comunicación fue la que se le dio a Gustavo Rojo, quien falleció la tarde del pasado sábado debido a un paro cardiaco, según dijo su hijo, Juan Carlos Rojo.
En una funeraria de la zona Santa Fe, los familiares y amigos más cercanos se despidieron del artista de telenovelas como Qué Pobres tan Ricos y Abismo de Pasión, entre muchas otras.
Actrices como Gabriela Goldsmith y Patricia Reyes Spíndola se dieron cita en el lugar y lamentaron el deceso.
“Todos lamentamos muchísimo la pérdida. Admiraba su trayectoria, su respeto a la carrera, el amor que le tenía y su disciplina, un gran hombre y excelente padre”, dijo Spíndola.
El sábado, los hermanos Enrique, Juan Carlos y Patricia se juntaron para ver el futbol en compañía del actor; sin embargo, a las 17:30 horas Rojo dio un último suspiro y murió.
El actor no sufría ninguna enfermedad, añadió.