Jerusalem.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió hoy que la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, está “al borde del desastre humanitario” debido al recrudecimiento de los ataques y combates, que representan un “grave riesgo” para millones de personas.
“No hay barrio de la ciudad que no haya sido atacado. Dondequiera que estés puedes oír explosiones de proyectiles de mortero, bombardeos y el vuelo de aviones”, señaló el responsable del CICR en Alepo, Valter Gros, en un comunicado difundido por medios internacionales.
“La gente vive al límite. Todo el mundo teme por su vida y nadie sabe qué va a ocurrir después”, indicó.
En medio de la escalada actual de las hostilidades, el hospital Al Quds en Alepo, apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF), fue completamente destruido anoche durante un ataque aéreo, que causó al menos 27 muertos, además dejando a muchos civiles sin atención médica.
La jefa de la delegación del CICR en Siria, Marianne Gasser, calificó de “inaceptable” el ataque contra el hospital y recordó que no es la primera vez que se bombardean los nosocomios.
“Instamos a todas las partes a respetar a los civiles. No ataquen hospitales, no usen armas que puedan provocar daños masivos. En caso contrario, Alepo se verá empujada más al borde de un desastre humanitario”, alertó Gasser.
Por su parte, el responsable de las Naciones Unidas para la asistencia humanitaria en Siria, Jan Egeland, tachó de “catastrófica” la situación en Alepo tras el aumento de los ataques y combates en la ciudad, donde unas 140 personas han muerto en los últimos seis días.
Advirtió de que “las próximas horas” son clave para el futuro de “millones de personas” que dependen de la ayuda humanitaria.
“No puedo expresar con suficiente contundencia todo lo que está en juego en las próximas horas y en los próximos días. La vida de millones de personas está en peligro”, declaró Egeland a la prensa.
Alepo, la segunda mayor ciudad de Siria y una de las más afectadas por los cinco años de guerra, ha sufrido una destrucción masiva desde el inicio del conflicto y los civiles que aún quedan en la ciudad llevan meses sin agua ni electricidad.
Millones de civiles en Siria se encuentran en situación de riesgo y sin posibilidad de recibir ayuda de las organizaciones humanitarias.