Las alarmas en la Selección Mexicana de Futbol se han encendido. El poder perder a Andrés Guardado para los duelos eliminatorios de noviembre contra Estados Unidos y Panamá no es para tomarse a la ligera. Mas puede suceder.
El capitán del Tri, junto con Rafa Márquez, sufrió de “un tirón en el muslo de la pierna izquierda”, durante el juego entre su equipo el PSV Einhoven de Holanda en contra del Heerenveen, celebrado el pasado fin de semana.
Mediante un comunicado, el PSV informó que la lesión del volante mexicano se produjo durante la segunda parte del encuentro y aún no tienen el tiempo de recuperación, aunque se prevé que sean de dos semanas, por lo que apenas llegaría para los encuentros del hexagonal final de la Concacaf.
“Aún no tenemos un diagnóstico oficial, estamos a la espera de ello, pero pensamos que no es tan grave”, dijo Guillermo Cantú, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
El plan “A” a echar andar, si es que se confirma que la lesión es de gravedad alta, podría ser enviar a Holanda a Carlos Pecanha, fisioterapeuta de la Selección Mexicana, quien es hombre de todas las confianzas de Guardado, ya que lo recuperó para que jugara ante Estados Unidos en el duelo que definió el pase a la Copa Confederaciones celebrado el año anterior. Para Andrés Guardado es la quinta lesión desde que llegó al PSV y que lo hace perder una seguidilla de encuentros.