Casi se desprende la parte trasera de la unidad, el laminado lateral ya se cayó en gran parte y los remaches que le hicieron están a punto de despegarse, pero a pesar de eso, la unidad del transporte público en la Ruta Narciso Mendoza se encuentra en operación.

Ya puede cobrar nueve pesos y dos más por las noches, si le permiten al concesionario mantenerla activa en ese estado.

La pesera es una Ford Minibus que tampoco cumple con la Ley del Transporte Público vigente en el Estado de Tamaulipas.

Por sus malas condiciones físicas, no garantiza la seguridad de los usuarios como lo establece el artículo 60 en su fracción V.

“Contar con póliza de seguro vigente para responder de los daños y perjuicios que con motivo de la prestación del servicio, pudieran ocasionarse a los usuarios, peatones, conductores y terceros en su persona o patrimonio”, exige la ley en su fracción VI del mismo artículo.

En la fracción XII establece que debe cumplir con las medidas de seguridad que determinen las leyes, reglamentos y autoridades competentes.

En ese estado, es difícil que haya pasado la revisión documental y mecánica como lo exige la Delegación Local del Transporte Público en su fracción XV del artículo 60.

Además, el artículo 75 precisa que los vehículos destinados al servicio público de transporte de pasajeros y de carga, deberán cumplir con las especificaciones contenidas en la presente ley y su reglamento, a fin de que sea más eficiente, confiable, seguro y cómodo.