La compañía norteamericana Captivate Network hizo un estudio que mostró que la productividad desciende hasta en un 20% durante el verano. “Cuando llega julio arrastramos ya un agotamiento acumulado considerable, tanto físico como mental. Las situaciones complejas que antes afrontábamos ahora nos parecen un mundo y nos cuesta más gestionarlas con una actitud positiva y al 100% de nuestra energía”, señala Susana Pérez de Vries, experta en desarrollo de talento.
El calor, añade Tomás Santoro, consejero de SumaCRM, tampoco ayuda. “Las altas temperaturas no sólo afectan a nuestro cuerpo, sino también a nuestro estado de ánimo. Las dificultades para dormir por las noches incrementan los niveles de estrés, nos restan concentración y nos vuelven más irritables, agresivos e inquietos”.
Una de las medidas más extendidas para evitar el “efecto verano” es la adopción del horario intensivo, que comprime toda la jornada laboral entre la mañana y las primeras horas de la tarde. “Al producirse una mayor concentración de tareas en un menor periodo, los empleados gestionan su tiempo con mayor eficacia y son más productivos”, resume Alberto Gavilán, responsable de Recursos Humanos de Adecco.
Además, añade Yolanda Portolés, socia de Triat —out placement individualizado—, no tener que trabajar por la tarde también redunda de forma positiva en la satisfacción y compromiso de la plantilla. “Los empleados valoran y agradecen ese tiempo que ganan para disfrutar de otras actividades fuera del trabajo que no pueden hacer durante el resto del año”, argumenta.
Aunque, recuerda Alfredo Rodríguez, director de Desarrollo y Productividad de Eurocen, cualquier cambio en los hábitos y rutinas requiere un periodo de adaptación. “A algunas personas les puede parecer que están desatendiendo sus obligaciones por salir antes. Pero la productividad no depende de la cantidad de horas que trabajemos, sino de su calidad”.
Este especialista aconseja afrontar el horario de verano con una adecuada priorización de las tareas, “prestando menos atención a aquellas que no aportan valor pero consumen más tiempo”. (EPS)