Ciudad de México
Unos días antes de tocar en el Auditorio Nacional, los Ángeles Azules le dieron a sus fans una probadita de lo que podrán vivir la próxima semana.
La agrupación capitalina se presentó en el Concert Hall de Casino Life, que con este concierto celebró su octavo aniversario, y puso a gozar con sus mejores éxitos a las más de 500 personas que se dieron cita en el lugar.
A las 22:05 horas se escuchó por primera ocasión el acordeón de Jorge Mejía, lo que provocó la ovación del público, que de inmediato empezó a bailar al ritmo de “Entrega de Amor”.
Lo íntimo del lugar provocó que el ambiente se sintiera como si fuera un evento privado o esas fiestas de barrio, como las que seguramente vivieron los Ángeles Azules en Iztapalapa durante sus inicios.
Abundaron señoras, señores y muchos jóvenes, pero también seguidores como Lupita, de 92 años, que por unos momentos se robó la atención con su carisma, demostrando que no hay edad para mover las caderas y pasar un buen rato.
“Un aplauso para esta señora que está bailando con los Ángeles Azules”, pidió el líder del grupo, Elías Mejía, quien le dedicó la canción “Mi Niña Mujer”, al tiempo que el público gritaba “¡Lupita!, ¡Lupita!, ¡Lupita!”.
El espacio era reducido, pero la gente encontró cualquier resquicio del salón para bailar, a pesar de que muchas parejas chocaron entre sí con tantas vueltas. Otros se abrieron paso por mérito propio, gracias a sus grandes movimientos, y pusieron show aparte.
Después de calentar con varias cumbias y también unas copas, “El Listón de tu Pelo” terminó por soltar a la mayoría de los asistentes y desbordó el ambiente en el sitio.
“Como Te Voy a Olvidar”, “20 Rosas” y “Mi Cantar” también hicieron que subiera la temperatura.
No faltó quienes rondaron la pista de baile buscando pareja, unos con éxito, aunque otros tuvieron que conformarse sólo con la buena música.
Los Ángeles Azules amenazaron con dejar el escenario pasadas las 23:00 horas, pero sus fans los hicieron regresar y cantaron “Mis Sentimientos”, “Ay Amor” y “17 Años”, esta última la más coreada, para terminar el concierto media hora más tarde.