McAllen, Tx.
Las constantes denuncias internacionales que señalan que la mayoría del armamento confiscado por autoridades mexicanas y algunas naciones caribeñas como Bahamas y Jamaica proviene de Estados Unidos, se manifiestan en los altos porcentajes que muestran estas naciones y es algo de lo que parece estar más consciente la actual administración federal.
En el caso de México, las autoridades federales han manifestado que desde el año 2007, que un 70 por ciento de las armas confiscadas han sido rastreadas, manufacturadas e importadas de Estados Unidos,
Por lo que se refiere a Jamaica el porcentaje de armas requisadas por las autoridades policiales de este país caribeño señalan que un 80 por ciento son de procedencia estadounidense.
Mientras que el tráfico de armas en Las Bahamas es algo que se ha venido monitoreando ya que un 90 por ciento de éstas proviene de su vecino del norte, por ello la cooperación e investigación policial ha aumentado.
RECHAZO A PROPUESTAS PARA LIMITAR VENTA DE ARMAS
Fue el Senado estadounidense el que rechazó la propuesta de la administración federal del presidente Barack Obama, para expandir la información de antecedentes en quienes buscan comprar armas de fuego o reinstalar la prohibición federal sobre rifles de alto poder y convertir su venta en un delito federal.
Esto le ha dejado poco espacio de maniobra al gobierno federal, en lo que se refiere a establecer un mejor control de armas.
Actualmente el Buró Federal de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, cuentan con el llamado sistema E-TRACE que busca sobre todo rastrear si existen irregularidades cuando se realiza algún tipo de venta de armas que parezca sospechosa.
LO HECHO
Desde el 2011 existe una ley federal que exige a los estados fronterizos como Texas, que sus vendedores y distribuidores de armas deben reportar a las autoridades nacionales la venta de 2 ó más rifles de alto poder a un comprador.
La venta de armas de alto poder a una misma persona deben realizarla los distribuidores en un periodo máximo de 5 días, para que los federales tengan conocimiento de quienes adquirieron este tipo de armamento.
En la región del Valle de Texas, durante este año que terminó se registraron varios casos de personas que compraron armas de alto calibre, utilizando a otros sujetos a quienes les prometían dinero por cada una de las compras realizadas, la mayoría de las compras está relacionada a operaciones delictivas que ya investigaban autoridades federales.