Desde el pasado 8 de noviembre, el lavacarros o limpiavidrios Julio César Briseño, de 49 años, había desaparecido en circunstancias misteriosa, por lo que sus familiares el día 12 lo reportaron como tal en la fiscalía de Personas no Localizadas.
Se iniciaron entonces las investigaciones para tratar de dar con su paradero, pero desafortunadamente su cuerpo se encontró sin vida y brutalmente golpeado el pasado 16 de noviembre en unos terrenos baldíos situados en los límites de la colonia Vamos Tamaulipas cerca del bordo del canal Rodhe.
Dos de sus hermanos al conocer del hallazgo a través de los medios de comunicación se constituyeron en el SEMEFO y en la UGI-3 para tratar de identificar el cuerpo.
Ahí confirmaron que se trataba de Julio César e inmediatamente solicitaron la entrega del cuerpo para su cristiana sepultura.
En tanto elementos de la Policía Investigadora continuaban con las indagatorias.
Trataban de ubicar a través de cámaras de C-4, el sitio donde lo levantaron para posteriormente asesinarlo a golpes e ir a tirarlo al monte, donde lo hallaron días después de su desaparición.