Jerusalén.
Cuatro soldados israelíes murieron ayer y otros 17 fueron heridos cuando un palestino arremetió con un camión contra un grupo de militares en Jerusalén Este en un ataque que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, consideró “inspirado” por el Estado Islámico.
Los fallecidos han sido identificados por el ejército como tres soldados rasos y un oficial, de ellos tres mujeres y un hombre, todos rondando la veintena. El incidente tuvo lugar en el asentamiento israelí de Armón Hanatziv, en el territorio ocupado de Jerusalén Este, cuando los jóvenes se agrupaban al lado de un autobús que les había transportado hasta ahí y el camión arremetió contra ellos.
En las imágenes se observa cómo, tras arrollarlos, el camión dio marcha atrás y volvió a golpear a varios de los uniformados, que según el portal digital Times of Israel, participaban en un tour del ejército.
Algunas de las víctimas quedaron atrapadas debajo del vehículo y tuvieron que ser rescatadas con ayuda de una grúa. El conductor fue abatido por las fuerzas de seguridad.
Poco después del suceso violento, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se desplazó al lugar junto con el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, y anunció que las autoridades conocen la identidad del autor, que “según todos los indicios se inspiró en el Estado Islámico”.
El mandatario envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y anunció que, tras entrevistarse con Lieberman y los jefes del Estado Mayor y del servicio secreto Shin Bet, se habían perfilado algunas medidas como reacción al “brutal ataque”.
Además, aseguró que todos los esfuerzos se orientan a “garantizar que este tipo de incidentes no se repitan”, mientras que el titular de Defensa prometió combatir “este terrorismo con todas las herramientas”.
Lieberman añadió que sólo existe una razón para esta agresión: “Que somos judíos y que vivimos aquí en Israel”, y, como Netanytahu, mencionó que el ataque podría estar relacionado con los de París o Berlín.
Por la tarde fue convocada una reunión de urgencia del gabinete de seguridad del país para evaluar los pasos a dar. Las autoridades israelíes han cercado el barrio palestino de Yabal Mukaber, muy próximo a lugar del ataque y donde residía su autor, identificado por la agencia palestina Maan como Fadi Ahmad Hamdan al Qanbar, de 28 años.
Según Times of Israel, Al Qanbar estaba casado y tenía cuatro hijos, había cumplido condena en una prisión israelí y compró hace poco el camión que usó en el ataque.
La misma fuente apuntó que el ministro de Seguridad Pública, Guilad Erdan, ha ordenado a la policía que no se entregue a la familia el cuerpo del atacante. Se trata de una práctica punitiva que el gobierno puso en marcha con la ola de violencia que sacude la región desde octubre de 2015.
El ministro de Obras Públicas, Yoav Galant, opinó que la familia del atacante debía ser castigada y exigió: “El precio a pagar debe ser demoler su casa, expulsar a su familia y retirar la ciudadanía a cualquiera que esté conectado con este incidente”. El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, pidió a sus ciudadanos que no dejen “que el terrorismo gane” y les instó a seguir con su vida.
En Gaza, el movimiento islamista Hamas aplaudió el ataque. Afirmó que “estas operaciones son decididas por el pueblo palestino para llevar a cabo una revolución hasta el final, hasta que consigan su libertad, liberen su tierra y se deshagan de la ocupación”. España, Francia, Estados Unidos y Paraguay, entre otros países, condenaron la agresión.
Es el primer ataque contra israelíes que provoca víctimas mortales desde octubre, cuando dos personas murieron abatidas por disparos de un palestino también en Jerusalén Este.