JIANGMEN, CHINA
El nacimiento de un cerdo deforme, con rasgos humanos, en Jiangmen, China, causó zozobra y muchas preguntas entre los cibernautas.
En las redes sociales rápidamente se viralizaron vídeos y fotos de la extraña criatura.
De acuerdo con The Mirror, el animal “con cara humana” apenas logró vivir dos días.
Los dueños del animal relataron que formaba parte de una camada más grande y que fue el único en nacer deforme.
Los propietarios de la granja en el continente asiático expusieron la criatura deforme con rasgos humanos, además de una trompa como de elefante que ahora está reinando con las reproducciones.
El video fue grabado el 28 de junio, donde se puede observar al animal recién nacido que impactó a los habitantes de esa comunidad, por su semejanza a las facciones humanas; pero, se cree que el animal tiene el síndrome del cíclope u holoprosencefalia, una enfermedad que también es común en los seres humanos.
En la grabación se observa cómo el cerdo presenta problemas para respirar mientras una persona lo sostiene para que la cámara grabe detalles de sus características físicas.
¿ESTARÁ EN EL CERDO LA CREACIÓN DE ÓRGANOS PARA HUMANOS?
Los dos grandes temas de la biología de los últimos años son las células madre y la edición genómica, y no es extraño que la combinación de ambos esté empezando a abrir nuevas avenidas a la investigación biomédica. Es combinando esas dos técnicas como los científicos acaban de dar el primer paso firme para crear quimeras de cerdo y humano. Y para disipar un tabú que puede resultar muy dañino en el futuro próximo: el de no cruzar la barrera de las especies. Si eso puede beneficiar a la medicina, piensan los científicos, habrá que cruzarla.
El objetivo final de estas quimeras es cultivar en cerdos órganos humanos para trasplantes. Y aún está lejos. Pero hay otras aplicaciones secundarias, o intermedias, que no lo están tanto, como el de probar medicamentos en esos órganos humanos desarrollados en embriones de nuestro pariente porcino. Por el momento, la élite de este campo ha conseguido cultivar en ratones páncreas, corazones y ojos de ratas; y también generar células y tejidos humanos en embriones de vaca y cerdo. Son resultados espectaculares en sí mismos. Y su mera utilidad para la ciencia básica sería ya una noticia.
También hay una mala noticia. La integración de células humanas y órganos humanos en el desarrollo de un embrión de cerdo o de vaca –una estrategia ganadora para generar órganos trasplantables— está planteando más problemas técnicos de los previstos. La biología es una ciencia de la complejidad, y no es raro que haya que entenderla a fondo antes de conseguir aplicaciones prácticas. Lo que sirve para un órgano de rata en un ratón, no sirve en este caso para un órgano humano en un cerdo. La naturaleza no siempre se lo pone fácil a la ingeniería biológica.
HOLOPROSENCEFALIA, UNA MALFORMACIÓN CEREBRAL
La holoprosencefalia se define como una anomalía congénita en la cual el cerebro no se divide adecuadamente en dos regiones conocidas como hemisferios.
La división del cerebro en hemisferios cerebrales responde a una necesidad intrínseca de mantener adecuadas conexiones entre distintos segmentos encefálicos, las cuales no podrían llevarse a cabo sin la presencia de estructuras ubicadas en la línea media del sistema.
La ausencia del desarrollo o las alteraciones de tamaño de todas estas estructuras de la línea media compromete severamente la función neurológica, repercutiendo en ciertas funciones viscerales como la respiración y la frecuencia cardíaca, cuyas alteraciones suelen ser causa de muerte principal en estos pacientes que pocas veces llegan al año de vida.