“Escuchamos que llovía y comenzamos a orar, mi esposo conmigo pidiendo que el agua no se metiera a nuestras casas, hace meses nos quedamos sin nada“, es la voz de los vecinos de la colonia Pedro J. Méndez quienes temen que sus viviendas se inunden y es que la calichera de la zona está a menos de un metro de desbordarse.
Lo mismo ocurre para quienes habitan en Balcones de Alcalá, donde las autoridades de Protección Civil han diagnosticado un acumulado al 90 por ciento de su capacidad, ahí el agua ha rebasado las barreras de concreto y por momentos la corriente llega hasta la vía principal.
“Nosotros queremos que traigan pipas y que les saquen el agua, está lleno de basura, hay un acumulado impresionante, llegan a sacar hasta electrodomésticos, quienes pagamos las consecuencias somos los que por necesidad vivimos aquí“. mencionó Irma, quien desde hace 15 años vive en las orillas de una calichera.
Sobre su calle, el suelo de concreto no existe, en su lugar hay capas de lodo, bloques acomodados estratégicamente para el tránsito de ella y sus vecinos, improvisaciones, que de subir el nivel de agua serían inútiles, todo perderían, colchones, estufas, sillones, aparatos electrónicos y su ropa.
Las recientes lluvias provocaron que el agua alcanzara hasta los 50 centímetros de agua dentro de sus viviendas, por lo que optaron en colocar sus pertenencias en bolsas plásticas.“Tenemos la experiencia de las lluvias de junio, donde con las primeras lluvias la calichera se veía a su tope, pero como decidimos esperarnos cuando el agua subió nos fue muy difícil salir, no podíamos”.
Esperan que las autoridades acudan a la zona con pipas para que los niveles de agua disminuyan y se eviten crisis.
LLUVIAS PASADAS
El saldo oficial de la catástrofe por lluvias hace un par de meses fue de 43 colonias inundadas y 2 mil familias con afectaciones, además se requirió habilitar dos albergues para atender a los damnificados durante más de una semana.