Ciudad de México

Han pasado 48 años desde que Francisco Céspedes hizo a un lado su carrera como médico para redireccionar su camino hacia la música, muchas cosas han pasado en su vida durante esos años pero este cantautor asegura que el tiempo no lo ha cambiado tanto.

“Me gusta todavía cantar, me ilusiono a la hora de subir a un escenario y hacer mis canciones. Todavía ese momento que tengo en solitario para hacer mis temas me parece muy especial. En esencia uno sigue siendo el mismo”.

Céspedes explica que cada una de sus canciones encierran un poco de esa historia, que algunas veces es contada por él y otra por otros artistas como Luis Miguel, pero hay una que ha marcado su trayectoria y que este año está cumpliendo dos décadas en el gusto del público: “Vida loca”.

“Es una canción muy especial, es un tema de lejanía, de reencuentro y del nacimiento de mis hijos. Se la hice a una persona que se llama Marjorie González Rivera, la madre de mis hijos, que en ese momento ella vivía en Cuba y yo acá, estábamos casados pero no podíamos vernos, toda una historia de amor”.

Fue gracias al éxito que tuvo este tema que ellos pudieron reunirse y así traer a sus hijos al mundo. Es por eso que quiere celebrar estos acontecimientos con su presentación la noche de ayer martes, en el Lunario del Auditorio Nacional, donde también presentó su disco “Zona preferente: Francisco Céspedes desde el Teatro Karl Marx en vivo desde La Habana”, en el que interpreta todos sus grandes éxitos.

“Este recinto para mí representa muchas cosas, todos mis discos los he presentado en ese lugar y es como un fetiche, me va a dar buena suerte”.

Céspedes explicó que en 2014 tuvo la oportunidad de volver a su tierra natal y hacer este concierto gracias a que fue invitado a un festival de música de cámara.