Guadalajara, Jalisco
Las Chivas no tienen gol, pero sí determinación, hambre y el cobijo de su gente.
El Guadalajara avanzó a Semifinales con lo justo y apelando a la bondad del reglamento de la Liguilla ante un Atlas que pagó cara su estrategia de salir a defenderse y no tirar a gol.
El gol de Orbelín Pineda, al 44’ en una jugada a balón parado, dio al Rebaño el 1-1 global, suficiente para para eliminar a los Zorros, gracias a su mejor posición en la clasificación.
El Clásico estuvo cargado de pasión y colorido en las tribunas, pero cerrado, tenso y de nerviosismo en al cancha, con un Rebaño con más sangre y más determinación que el jueves.
Ambos mostraron un juego dinámico, pero sin pegada y con heridas en sus planteles por lesiones. El chiverío salió con vida por justicia, porque aun cuando sus delanteros no anotan, fue el que más busco, dominó y no renunció a buscar más castigo para los Zorros.
El Atlas salió con línea de cinco, con sólo un hombre en punta, Martín Barragán, y con Matías Alustiza en la banca: una clara apuesta a aguantar el 1-0 de la ida.
Esa decisión costó cara, porque al 38’ perdió a su líder de la defensa por lesión y ahí el equipo rojinegro entró en desconfianza. Se lastimó Leiton Jiménez y debió entrar el colombiano Jaine Barreiro; en lo que se acomodaban, el chiverío se lanzó al frente.
ALMEYDA ROMPE CON MALDICIÓN
Matías Almeyda explotó. Era tanta su felicidad que regaló abrazos y sonrisas. Apretó el puño. Encontró, al fin, el remedio a su malaria en la Liguilla. Guadalajara ganó un partido en la fase final bajo su mando. Chivas descifró al Atlas. Resolvió el acertijo de los cuartos de final. Pasaron cinco partidos de dolor (cuatro ante América y uno contra los Rojinegros) antes de encontrar el éxtasis que sólo producen las victorias.
Sufrimiento en todo momento, pero el Rebaño Sagrado mantiene el sueño de bordar la estrella 12 en su legendario escudo. Este domingo, Orbelín Pineda fue su héroe, el autor del gol para alegrar a la nación rojiblanca.