Houston
Mientras Houston se preparaba para más lluvia y rescates el lunes, las autoridades empezaron a liberar más agua de los embalses sobrecargados por Harvey, a pesar de que esa medida que pretende proteger el centro de la ciudad podría empeorar inundaciones en torno a miles de hogares.
Harvey, que tocó tierra el viernes por la tarde como huracán de categoría 4 y se ha quedado sobre la región provocando aguaceros como tormenta tropical, provocó inundaciones devastadoras el domingo en la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos.
El avance de las aguas hizo que miles de personas se refugiaran en sus tejados o en terrenos altos. Los abrumados rescatistas no lograban atender tantas peticiones de ayuda.
El director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, Brock Long, dijo en conferencia de prensa que hasta 50 condados en Texas están afectados por las inundaciones y que una tremenda cantidad de agua cayó también en el suroeste de Luisiana. Las lluvias e inundaciones han dejado al menos dos muertos.
El Servicio Nacional del Clima emitió el domingo un sombrío panorama: antes de que la tormenta se vaya, algunas partes de Houston y sus suburbios podrían recibir hasta 1,3 metros de lluvia (50 pulgadas), la mayor cantidad jamás registrada en Texas.
El lunes en la mañana, los vehículos de los servicios de emergencia eran prácticamente los únicos que se veían en el solitario centro de Houston. Muchos semáforos no funcionan y la mayoría de negocios estaban cerrados.
Los residentes cerca de los embalses de Addicks y Barker, diseñados para evitar inundaciones en el centro de Houston, fueron alertados el domingo de que habría una liberación controlada de ambas presas, y que ello podría causar más inundaciones en calles y casas.
El creciente nivel del agua y las lluvias constantes ponían presión sobre los diques que podrían quebrarse si no se liberaba agua. Las autoridades locales pidieron a los vecinos que preparasen sus autos por la noche y esperasen a que amaneciera el lunes para marcharse.