Ramiro y su esposa Hilda, recibieron como regalo de cumpleaños un teléfono inteligente.

Por medio de estos aparatos, podrían estar en contacto con sus hijos por medio de WhatsApp, aplicación que uno de sus nietos les instaló.

Ramiro de 78 años, asegura que la tecnología de su teléfono celular lo abrumaba pues aunque sus hijos le explicaron que tenía acceso para realizar pagos, hacer depósitos bancarios o a redes sociales, decidió simplemente, utilizarlo para enviar o recibir llamadas y mensajes.

“Yo les digo a mis hijos que los celulares son para hablar por teléfono o mandar mensajes. Nosotros como personas adultas no tenemos cabeza para nada más porque no le sabemos a esos teléfonos. Mis nietos se ríen porque les digo que los inteligentes debemos ser nosotros y no, los teléfonos”.

ADIOS AHORROS

Ramiro comenta que su esposa, sólo usa el teléfono celular para recibir llamadas y que aunque cuenta con algunas aplicaciones, no sabe utilizarlas.

Hace dos meses, este matrimonio intentó hacer un retiro de efectivo en un cajero automático y para su sorpresa, no tenían recursos disponibles.

“El cajero nos marcaba la cuenta en ceros, es una cuenta que tenemos los dos desde hace mucho y de ahí hacemos nuestros pagos de servicios, alimentos y lo que vamos ocupando”.

Indicó que al acudir a la ventanilla del banco, la respuesta fue la misma, no contaban con dinero en su cuenta por lo que les pidieron hacer una llamada a la central bancaria para una aclaración.

“Casi me da un infarto porque la señorita que me atendió me dijo lo mismo, que hace unas semanas sacamos el dinero. Que hicimos varias transferencias a otra cuenta y de ahí, se retiró el efectivo. Me dijo que todo esto lo hicimos por medio de banca en línea”.

Expresó que posteriormente el gerente del banco se ofreció a checar su cuenta y efectivamente, desde la aplicación de un celular, se hizo la transacción.

“Me dijo que mi esposa a o yo, tuvimos que hacer esa transferencia pero nosotros no fuimos. Es más, le traje los celulares para que los revisara, mi esposa apenas y contesta las llamadas y yo ni le sé a eso de banca en línea que ni siquiera sabía que tenía mi celular”.

SIN RESPUESTA

Ramiro comenta que después de que se checaron los celulares, la respuesta siguió siendo que no podían hacer nada por ellos.

“No me enojé, me enfurecí porque cómo es posible que me dejaran sin dinero. Ya hablé con mis hijos, ellos vinieron al banco y nada, no se puede hacer algo para solucionar esto”.

Asegura que se trata de ahorros de toda una vida que desaparecieron en menos de dos semanas.

“Me dicen que la transferencia se hizo a una cuenta en otro banco, mis hijos ya checaron y nada. Les dicen que el dinero se retiró de inmediato y se cerró la cuenta a nombre de una tal Rosa María Patiño con dirección en la Ciudad de México”.

Destacó que aunque interpusieron una denuncia, el banco afirma que las transferencias se hicieron del celular de Ramiro y que no se puede hacer algo al respecto.

“Me dicen que a lo mejor yo por error hice ese movimiento y no me di cuenta, pero esa aplicación yo ni sabía que la tenía en el celular, no me sé ni el numero de cuenta, cómo iba yo a mover ese dinero”.