Que un desconocido se acerque por la calle e intente acariciar e incluso besar a un bebé no es nada extraño. A muchos padres les da igual- y dejan gustosos a sus criaturas para que sean objeto de cariños. Pero seguro que cambiarán de idea tras conocer el caso de Claire Henderson.
Claire es una madre primeriza que vive en la ciudad de Dorseter (Inglaterra), y que cometió el error de permitir que su hija de meses de vida fuera besada por un desconocido. A pesar de que el hombre no tenía ningún síntoma evidente de enfermedad, la pequeña Brooke sufrió una infección por el virus del herpes, un problema que en bebés de tan corta edad puede ser mortal.
Claire ha compartido su historia en Facebook, acompañándola de unas gráficas imágenes de cómo el herpes atacó la piel de su pequeña.
“Por favor comparte esto con cada mamá primeriza, con cada embarazada que conozcas. El herpes labial puede ser fatal para un bebé. Antes de 3 meses de edad el bebé no puede combatir el virus del herpes.
Si un bebé contrae este virus, puede sufrir daños en el hígado, en el cerebro y puede incluso morir. Sé que esto suena a puro alarmismo, pero si mi amigo no me hubiera alertado de ello, mi niña podría haber enfermado gravemente.
Me di cuenta de los síntomas pronto, y la pude llevar al médico. Hemos estado yendo y viniendo al hospital durante tres días, y todavía nos quedan otros dos. Mi hija ha tenido mucha suerte, porque ha reaccionado bien al tratamiento”.
La moraleja de esta historia es que no dejes que nadie bese a tu recién nacido. Aunque no parezca que tienen manchas ni granos, resulta que el 85% de la población es portadora del virus. Y si alguien tiene una calentura o un herpes, pídeles que se mantengan alejados. Nadie de las personas de mi entorno conocen estos riesgos. Así que he creído importante compartir la historia de Brooke y concienciar sobre el tema, para que nadie tenga que pasar por lo que hemos vivido esta semana.
Julie G. Capiola, pediatra del NYU Langone Medical Center, asegura a Yahoo Parenting que el consejo de Claire es muy positivo y realista, ya que “el sistema inmunológico de un bebé de dos meses es demasiado débil para una infección como la que provoca el virus HSV-1. Puede llegar a causar encefalitis, una inflamación del cerebro”.
El mensaje de Claire se ha compartido miles de veces en Facebook, y la publicación se ha llenado de comentarios de padres que juran que jamás van a permitir que nadie bese a sus bebés. Para ellos Capiola recomienda que “hay que limitar el número de personas que visitan y tocan a un recién nacido. Y recordarles que no hay que besar al niño en ninguna parte del cuerpo”.
Seguro que después de ver las imágenes de la pequeña Brooke, muchos padres adoptan la política de no besos de mil amores.
DIFÍCIL NOTAR SU PRESENCIA
El herpes causado por el virus HSV-1, el más común, se contagia a través de la saliva de una persona que sea portadora del virus. Compartir un vaso, una botella o un bálsamo labial puede provocar el contagio y este se suele producir en la infancia.
Y una vez sufrido, el virus se mantiene en el cuerpo de la persona. Según la clínica Mayo, se estima que el 90% de la población mundial daría positivo en un test que midiera la presencia de este organismo.
En los niños, el contagio del herpes supone una semana de calenturas en los labios, y en raros casos casos también fiebre y espasmos musculares. En los adultos, las calenturas apenas duran 48 horas.