México.
Luego de que Corea del Norte anunciara el 6 de enero que realizó una prueba con una bomba de hidrógeno las alertas se encendieron en el mundo; sin embargo, hay diferencias importantes con la bomba atómica que se usó en Hiroshima y Nagasaki.
Las bombas de hidrógeno liberan mayor cantidad de energía que las bombas atómicas, por lo que son más destructivas, señaló la directora del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), Lydia Concepción Paredes Gutiérrez.
Una bomba de hidrógeno puede liberar 10 a 20 megatones de energía, es decir, mil o dos mil veces más que la generada por las bombas de Hiroshima y Nagasaki, que fueron de 13 kilotones, explicó en entrevista la funcionaria.
Un kilotón de energía equivale a mil toneladas de explosivo, cifra superior a la que se necesitaría para derrumbar un complejo habitacional similar al de Tlatelolco, donde podrían usarse alrededor de tres toneladas de explosivos.
“La gran diferencia entre ambas armas nucleares radica en la forma en cómo liberan su energía, pues una bomba atómica utiliza el fenómeno llamado fisión para liberar energía”, detalló Paredes Gutiérrez.
Esta característica de las bombas atómicas consiste en romper los átomos para liberar energía y usar como combustible el uranio y el plutonio.
Mientras que las bombas de hidrógeno, que tienen como origen conceptual el proceso de liberación de energía del Sol, contienen dos bombas en una, ya que utilizan los fenómenos de fisión y fusión nuclear.
Las bombas de hidrógeno incluyen también una pequeña bomba de fisión que hace que el uranio inicie su detonación generando energía suficiente para incrementar la temperatura y así propiciar que los átomos de hidrógeno se fusionen y liberen una mayor cantidad de energía.
La especialista precisó que dependiendo del tamaño de las armas nucleares será su radio de destrucción, que va de 500 metros a 5 kilómetros.
En ese sentido, refirió que las bombas atómicas detonadas en la Segunda Guerra Mundial tuvieron un radio de 1.5 kilómetros alrededor del punto de detonación.
Paredes Gutiérrez explicó que al momento de su detonación, estas armas nucleares producen una onda térmica de miles de grados centígrados.
Luego, generan una onda de presión que primero expulsa el material en la explosión y después implosiona y sube para formar lo que se llama hongo, y al final se produce una onda de radiación.
En el caso de las bombas atómicas, Paredes Gutiérrez dijo que “dejan un problema de contaminación de material radiactivo, que pueden ser desde partículas radiactivas en el ambiente o bien sobre la superficie”, algo que no ocurre con las de hidrógeno.
Respecto al anuncio de Corea del Norte sobre la prueba que hizo de una bomba de hidrógeno, la funcionaria señaló que no hay consistencia en la información, lo que genera escepticismo.
Pues se habla de que la bomba sería de 250 megatones, lo que es una cantidad de energía muy alta, sin embargo, “lo que se logró ver después de que se detonó la bomba de hidrógeno fue un sismo de 5.1 grados Richter”, que equivaldría a una bomba entre 10 y 15 kilotones.
“Eso quiere decir que tenemos una bomba miniaturizada”, apuntó la especialista, quien agregó que si se hubiera tratado de una bomba completa, la explosión hubiera generado un sismo por arriba de 7 grados Richter, de acuerdo con los especialistas.
Así que, al parecer, lo que Corea del Norte habría hecho sería probar el diseño y funcionamiento de una bomba miniaturizada y la energía que podía emitir, apuntó.
Cabe señalar que las pruebas se habrían hecho en un sitio lejano donde no hubiera seres vivos o edificios, de modo que el impacto al ambiente fuera el menor posible y sin riesgo para otro país como México, agregó.
Pero, dijo, significaría que Corea del Norte se sumaría a la lista de países con armamento de este tipo, entre los que están: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, Francia y la India.
Por otro lado, Paredes Gutiérrez recordó que México externó en un comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el 6 de enero, su rechazo y condena enérgica a este y otros ensayos nucleares que se pudieran dar.
Este rechazo es porque constituye una abierta violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), así como al tratado de no proliferación de armas nucleares que se tiene pactado a nivel mundial, lo que esta prueba aumenta las tensiones internacionales.
A su vez, la funcionaria destacó la posición de México, la cual está en línea con uno de los mayores logros de la diplomacia mexicana cuando se firmó el Tratado de Tlatelolco el 14 de febrero de 1967, impulsado por el diplomático, Alfonso García Robles, quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1982.
La directora del ININ resaltó que desde hace 50 años México emplea la energía nuclear para usos pacíficos mediante aplicaciones y técnicas que han traído un gran beneficio para la sociedad.