El caso de Benito García Medina por las circunstancias en que se registró, abrió una profunda grieta entre miembros de una misma corporación.
Mientras que los elementos de la Policía Estatal Acreditable comisionados en Reynosa esperan que la Procuraduría General de Justicia del Estado ejercite acción penal en contra de los involucrados en el crimen, los elementos del área de “inteligencia” esperan que al caso se le dé carpetazo.
“Así no trabajamos a gusto, por temor a que de un momento a otro los agentes de “Fuerza Tamaulipas”, llamados de “inteligencia”, vengan y por simples sospechas cobren otras víctimas”, dijo un elemento a reserva de conservar el anonimato. “Estamos conscientes que si se comete un error, se tiene que pagar, pero no con la vida, por eso hay tribunales que se encargan de sancionar conductas ilegales”, agregó.
El caso la Procuraduría lo mantiene en la etapa de investigación, sin que se haya informado nada sobre una posible determinación.
Funcionarios encargados de la indagatoria han reconocido la existencia de elementos de pruebas suficientes para ejercitar acción penal, pero hasta el momento han mantenido en la secrecía los avances de la averiguación y las identidades de los presuntos responsables.
Se habla de que son por lo menos seis elementos los involucrados, pero versiones de los compañeros de García Medina, aseguran que son más.
“Esperamos que la Procuraduría actúe conforme a derecho y en base a las pruebas que ya existen, porque no deben permitir que, un crimen como el del compañero quede en la impunidad, porque sería tanto como darles “permiso para matar”.