Una ama de casa, víctima de una extorsión telefónica llegó a las instalaciones de la PGJE exigiendo a las autoridades ministeriales que detuvieran a los autores y que los obligaran a que le devolvieran los 13 mil pesos que le habían despojado.
Pero al darse cuenta que lo que pedía, no era una tarea fácil y que sería motivo de una investigación de la cual, difícilmente quedarían satisfechas sus exigencias, optó por retirarse sin concretar su denuncia.
Injustamente culpó de su triste situación al personal de la agencia séptima investigadora, quienes sin hacerla concebir falsas esperanzas, le expusieron lo que habrían de hacer (investigar el caso), pero no se comprometieron a devolverle su dinero y esto fue lo que hizo estallar a la mujer de algunos 65 años que se retiró muy contrariada y visiblemente molesta con las autoridades.
Ella dijo que un individuo que se hizo pasar como el agente 101716 de la Policía Federal, de nombre Luis Miguel Tejeda Cortez, se comunicó a través del teléfono 6642661510, para decirle que su sobrino había tenido un accidente cuando se dirigía de Zacatecas a Reynosa.
El accidente supuesto, según el sujeto había ocurrido en Cadereyta, N.L. y que había varias personas heridas, entre ellas dos niñas.
Los daños y gastos médicos, ascendían a los 97 mil pesos, pero sólo le estaban exigiendo 27 mil para el pago del deducible del seguro. La supuesta ofendida era una mujer de nombre Ana Martil Sánchez, con quien, siguiendo la trama, le comunicaron y con ello quedó convencida. Le dieron el número de una cuenta de Banamex, donde la víctima depositó 8 mil pesos y otros 5 mil los envió a través de una tienda de conveniencia.
Luego le llamaron para exigirle los 14 mil pesos restantes, pero para entonces la incauta mujer, decidió buscar ayuda entre sus familiares, quienes se comunicaron con su sobrino y descubrieron que todo era parte de una extorsión telefónica y fue entonces que decidió denunciar.
Antes de ir a la PGJE, solicitó información a Banamex y descubrió que el dinero ya lo habían retirado de la cuenta, al igual que la cantidad que envió a través del Oxxo. Con esos antecedentes, el personal de la Agencia Séptima consideró difícil que el banco o la tienda de conveniencia le restituyera el numerario.