Con sólo aparecer tres minutos fuera de su hotel, Chris Martin causó furor entre los cientos de fanáticos que lo esperaron la tarde de ayer.
Antes de irse al Foro Sol, donde ofrecería el tercer y último concierto de su gira A Head Full of Dreams, el músico atendió por primera vez en su estancia en la Ciudad a sus fieles seguidores.
En punto de las 14:40 horas, el frontman de la agrupación salió caminando hacia la bahía del edificio, escoltado por más de cinco guaruras.
Horas antes, la seguridad del inmueble les dijo a los fans que si se comportaban, no se empujaban y no hacían escándalo, Martin los atendería a todos. Incluso les regalaron agua para tenerlos tranquilos y conformes.
Pero todo se descontroló en cuanto el intérprete de “Green Eyes” caminó hacia las personas que estaban formadas. Los que no lo estaban se arremolinaron a su alrededor con tal de robarle un autógrafo y una selfie.
Él nunca habló, sólo pidió calma con sus manos. Eso sí, nunca desdibujó la sonrisa de su rostro.
A las 14:43 horas, el músico se subió a bordo de una camioneta para enfilarse hacia el lugar de su espectáculo.