Sólo 7 de los diez testigos ofrecidos por la fiscalía en la apertura del primer juicio oral que se lleva a cabo lograron comparecer para ser interrogados por la defensa y la representación social en una prolongada audiencia que inició a las 10:00 horas y concluyó a las 18:00, con dos recesos.

Se trata del juicio que se le inició a Miguel Antonio, por estar vinculado al caso de dos homicidios culposos agravados con motivo de tránsito de vehículos. El juez Andrés Escamilla González, quien presidió la audiencia, tras constatar que las condiciones eran las propicias para dar inicio, escuchó los alegatos de las partes (defensa y agente del MP) y posteriormente dio inicio al desfile de peritos y testigos que fueron interrogados.

Los defensores Moisés Díaz García y Graciela Uvalle Romero, enfocaron su atención en los exámenes toxicológicos que agravaron la situación de su representado, pero sus alegatos y exposiciones no surtieron el efecto deseado al ser desestimados por el juez, quien argumento que el plazo para impugnarlos ya había fenecido y no era el momento ya para tratar de invalidarlos.

Obviamente, el ministerio público defendió esa prueba y logró que prevaleciera como el agravante que impidió al imputado que se defendiera en libertad, conforme a lo que establece el nuevo sistema de justicia acusatorio, para los delitos que no están clasificados como graves.