Ciudad de México
Si hay un equipo que sabe “chamaquear” al América, ese es Boca Juniors.
En un año, el campeón argentino ya le agarró el modo al conjunto de Coapa cuando pretende hacerse de alguno de sus jugadores estelares, comprándolos a un menor precio de lo que pagaron las Águilas en su momento y cotizándolos a cifras mayores meses después.
El primer gran ejemplo es Darío Benedetto.
En 2014 América se hizo de los servicios del “Pipa” pagando casi 7.5 millones de dólares a Tijuana, de acuerdo a cifras de Transfermarkt.
Dos años más tarde y después de un paso fácil de olvidar por Coapa, Benedetto sacrificó dinero y pidió ser transferido al equipo de sus amores, Boca Juniors, que primero endulzó el oído del jugador, antes de que las Águilas conocieran la oferta. Los Xeneizes le pagaron a los de Coapa casi 5 millones de dólares por el delantero.
Hoy en día, El “Pipa” es uno de los jugadores más importantes de Argentina, actual campeón con Boca y goleador del torneo tras marcar 21 tantos.
De acuerdo al representante del jugador, Ruggero Lacarenza, actualmente Boca tiene tasado a Benedetto en entre 15 y 20 millones de euros, y con un posible interés de equipos como la Roma y el Besiktas de Turquía.
Este lunes, Miguel Herrera confirmó el pase de Goltz a Boca Juniors, que se llevará a un jugador que con 32 años era uno de los bastiones de la zaga americanista, y a cambio de 2 millones de dólares, de acuerdo a reportes en Argentina, cifra menor a los 2.5 millones de dólares que le pagó América a Lanus en 2014 por el jugador.
La fórmula para pagar poco por jugadores es muy clara para Daniel Angelici, presidente de los Xeneizes.
“Mi experiencia indica que cada vez que nos apuramos con un jugador, lo pagamos más caro”, dijo Angelici a medios argentinos.
Boca Juniors también tentó a Agustín Marchesín, quien en su momento, aceptó que sería un sueño jugar para ese club.
LAMENTA ‘MARCHE’ LA SALIDA DE GOLTZ
El adiós de Paolo Goltz puede costar más que un par de millones de dólares.
Agustín Marchesín dio importancia al papel que jugaba el defensor argentino en la zaga americanista, pero enseguida antepuso la felicidad y la ilusión que tenía su amigo por vestir los colores de Boca Juniors.
“Obviamente uno quiere lo mejor para él. Si él está contento, uno se pone contento también. Él estaba muy ilusionado con este nuevo torneo en América, pero viendo las posibilidades que allá existían de jugar.
“Era el segundo capitán del equipo, es un jugador muy importante, un jugador que siempre tiraba para delante, más allá de que el torneo pasado le tocó estar lesionado en gran parte. Siempre entrenó a la compañía del grupo, al sumar donde le tocara estar. Siempre es importante tener referentes de esa jerarquía”, explicó Marchesín.