Hoy en día, el mundo cambia muy rápido y, por lo tanto, es lógico que las reinvenciones profesionales se multipliquen. Según Françoise Kourilsky, lo primero que debemos hacer para reinventarnos profesionalmente es adelantarnos a las oportunidades. “Da igual el sector profesional al que nos dediquemos, cada vez que hay una mala noticia, también hay una oportunidad”, explica.
En otras palabras, si quieres reinventarte profesionalmente, deberás agudizar tu capacidad de observación y análisis, ya que el proyecto que tienes en mente debe encajar a la perfección con el contexto.
TENER UNA VERDADERA ASPIRACIÓN
Si quieres reinventarte profesionalmente y no morir en el intento, además de estar atento a las oportunidades que puedan surgir, también necesitas una idea, una aspiración, una inspiración. “Tómate todo el tiempo que necesites para reflexionar sobre qué te gustaría hacer. La mayoría de gente no lo hace, o no se atreve a hacerlo, ya que pertenecemos a una sociedad lineal y programada”, insiste nuestra coach. Así pues, no se trata únicamente de buscar la oportunidad perfecta; también debes averiguar los motivos que te empujan a montar ese proyecto en particular. “Para conseguir reinventarse, es imprescindible encontrar una oportunidad exterior y una posibilidad interior”, resume Françoise Kourilsky.
CONOCER TUS TALENTOS
Aunque es bastante fácil adquirir ciertas competencias con la ayuda de Internet y de cursos de formación, saber recitar tus talentos es bastante más difícil. Según nuestra especialista, “un talento es, ante todo, algo que nos encanta hacer. No debemos olvidar que aquello que nos apasiona hacer, lo solemos hacer bien”. Sin embargo, no confundas talento con competencia. “Es importante, ya que si sabes utilizar tus talentos, podrás conectar con tus virtudes”, afirma la experta.
SER ASTUTO
Así pues, si tienes el talento, no es necesario adquirir las competencias para lanzarte a la piscina. Sin embargo, en algún momento u otro, tendrás que adquirirlas. Y, cuando tengas que hacerlo, “cuánto más te alejes del circuito clásico, más rápido irás. Y eso te exigirá ser astuto, curioso y, en la mayoría de casos, autodidacta”, recuerda la especialista.
CAMBIAR DE TRABAJO: EL TIMING PERFECTO
30 años, 40 años, 50 años, 60 años… No hay edad para reinventarse. El mejor momento es, sencillamente, cuando más te apetezca. “Cuando sientas que no evolucionas, que siempre haces lo mismo y, sobre todo, cuando tu autoestima empieza a verse afectada, ha llegado el momento de reinventarse. Por una cuestión de respeto a ti mismo”, afirma Françoise Kourilsky.
REINVENTARSE: UN CAMBIO NO SIEMPRE ESPECTACULAR
Uno siempre se imagina que reinventarse profesionalmente implica un cambio de vida radical. Sin embargo, no siempre es necesario poner nuestra vida patas arriba. A veces, basta con dar un paso al lado. Quizá puedas seguir trabajando en el mismo sector, pero en un puesto diferente, o pasando de asalariado a freelance, o autónomo. “Y es que reinventarse exige, sobre todo, estar atento a uno mismo y a todo lo que pasa en la sociedad”, explica nuestra coach.
EMPEZAR POR EL PROYECTO MÁS ROCAMBOLESCO
Reinventarse profesionalmente exige un esfuerzo increíble. Así pues, da rienda suelta a tu imaginación y atrévete con aquello que siempre has soñado, por muy chiflada que la idea parezca. “Para empezar, no puedes perder ninguna oportunidad, ese es el principio del embudo. Después, habrá que ver si el proyecto es pertinente y realista. Para hacer cosas bonitas, no puedes privarte de grandes sueños”, insiste Françooise Kourilsky. Nuestra especialista te aconseja anotar todas tus ideas, ya que puede ser interesante releerlas meses, o incluso años, más tarde.
SER CAPAZ DE ACTUAR RÁPIDO
No existe el momento perfecto para reinventarse. Pero una cosa está clara, reinventarse no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. A veces este proceso puede durar 1 ó 2 años. “Todo depende de las posibilidades que perciba cada uno, pero actuar rápido no significa hacer las cosas mal”, comenta la especialista. Eso dependerá del grado de madurez del proyecto. A veces, algunos cambios son necesarios.