El presunto beneficio que los mexicanos, -específicamente los riobravenses- obtendrían con el cambio de los medidores de la Comisión Federal de Electricidad de tradicionales a digitales, resultó un fraude, pues con el paso del tiempo, no permiten la lectura debido a que sus carátulas se empañan por completo.

Como es del conocimiento público desde el año 2009, la CFE inició la instalación de los aparatos digitales en los contratos nuevos de los usuarios y también en los reemplazos de los mismos.

La idea era facilitar la lectura de los medidores pues al estar digitalizados, se vería fácilmente el consumo a la fecha actual, restándose la lectura del bimestre anterior y de esa manera, el usuario sabría qué cantidad de kilowatts llevaba consumidos, pues el sistema anterior o análogo, se dificultaba ya que constaba de varias carátulas que se leían en sentido contrario e inverso a las manecillas del reloj y eso, no era muy entendible para la ciudadanía.

Fue entonces que se decidió el cambio a aparatos digitales que facilitarían dichas lecturas pero resultó contraproducente pues con el paso del tiempo, las carátulas de los mismos, se opacan totalmente y no permiten ver los números del consumo.