Con energía y entusiasmo renovado se mostró Alan Ramírez ante el público que atestiguó su vuelta a los escenarios, en la Arena Oracle, tras convalecer de una herida en el cuello por un mes y medio.
Cuando la espera estaba por convertirse en desesperación entre los 20 mil asistentes que abarrotaron el lugar, cifra según los organizadores, la Banda MS apareció en escena a las 20:45 horas, con un retraso de tres cuartos de hora.
“Qué Bendición”, canción que da nombre a su gira y nuevo álbum, abrió el espectáculo y los pulmones de los presentes. El canto masivo rebasaba el sonido del trombón, las trompetas y clarinetes de los músicos.
La noche fue de Ramírez. Todas las luces, las cámaras de fotos y hasta los besos iban dirigidos a él. La gente de las filas delanteras incluso le arrojaba sus celulares para que los accionara en modo “selfie”.
“Te amo”, “guapo” y “cásate conmigo” fueron algunos de los gritos que arrancó de las mujeres, la mayoría ataviadas con vestidos cortos y entallados. Los hombres prefirieron el look vaquero, al vestir botas, sombreros y chamarras de piel.