Luego de los fuertes enfrentamientos y persecuciones que se dieron la tarde-noche del lunes en diversas brechas, pero sobre todo en la 109, independientemente del saldo que arrojó la confrontación entre civiles armados y elementos de la Sedena, la muerte de un civil ajeno a los hechos, causó conmoción.
Bloqueos, retenes y psicosis, fueron la constante durante todo la tarde y anochecer del lunes, privando la intranquilidad de los vecinos de la zona rural al sur de la ciudad y de todos los que transitaban por la brecha mencionada.
Según gráficas circuladas en redes sociales, la confrontación y persecuciones que se extendieron hasta otros puntos al sur de la ciudad como la brecha 116, enlutaron un hogar, pues un profesionista, jefe de familia, quien pereció en el fuego cruzado, lo que rápidamente se hizo viral, luego de que testigos presenciales, difundieran las imágenes de los restos mortales de quien en vida se llamó Ricardo García, padre de dos hijos y casado.
La víctima viajaba a bordo de una camioneta Suburban, desplazándose de sur a norte por brecha 109, cuando al llegar cerca de la brecha 26 a las “altura de la Subestación” se vio dentro del intercambio de detonaciones, recibiendo un impacto de calibra aún no precisado, en la parte occipital, con orificio de salida por la frente, muriendo de manera instantánea.
También trascendió la muerte de otra persona, esta sería un joven adolescente de nombre José Luis Escobedo, quien tendría relación familiar con Ricardo García, lo que aumentó la indignación de los ciudadanos de Río Bravo.
Los cuerpos de socorro incluso fueron cautelosos para determinar en qué momento prestar el servicio a los lesionados, mientras que peritos de la Procuraduría General de la República, hicieron las labores de campo previo al levantamiento de los restos mortales de ambas víctimas.