Algunos accesorios nunca pasarán de moda en las cocinas mexicanas.
No hay como batir un chocolate con molinillo o hacer una salsa en molcajete. Échale ojo a esta selección con aires vintage y sello muy nacional.
LEK
Conocido como guaje o calabaza, en la Península de Yucatán se utiliza para contener tortillas recién hechas o tamales. Dentro se coloca una servilleta bordada con punto de cruz y una piedra caliza bien caliente.
TORTILLERO DE HENEQUÉN
El henequén, llamado el “oro verde de la Península de Yucatán” en el siglo 19, cayó en desuso con el surgimiento de materiales sintéticos. Comunidades de Campeche y Yucatán lo rescatan en utensilios de cocina.
PIEDRA CALIZA PARA TORTILLERO
Utilizada desde los tiempos precolombinos, guarda temperatura y humedad. Se calienta en un horno convencional y se mete en un tortillero de henequén o en un lek para mantener las tortillas calientes.
MORTERO DE MADERA DE GUAYACÁN
Por su dureza, esta madera ha sido usada para modelar molcajetes, morteros y jarras, entre otros utensilios.
Esta línea está diseñada por artesanos de Dzityá, Yucatán. Sirve para moler especias en seco como clavo, orégano o canela.
GALLINITA DE VIDRIO
El vidrio de colores, originario de Puebla, se desarrolló a mitad del siglo 19 con el auge del pulque y los moldes de fundición.
En esta pieza, que aún se encuentra en el centro del País, solía colocarse la sal de grano.
SALSERA
Arcadia Noguera es una de las más reconocidas artesanas en el renglón del modelado en piedra volcánica de San Salvador El Seco, Puebla.
JARRA CHOCOLATERA
Típica en Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Tallada en madera de Guayacán, es ideal para líquidos calientes, especialmente para hacer chocolate y lograr con el molinillo una buena espuma.