La homologación del salario mínimo no es otra cosa más que una burla para los obreros mexicanos de parte de quienes manejan a su antojo la CNSM en el país.
“Nosotros condenamos enérgicamente la fijación de $70.00 como sueldo mínimo porque la mano de obra vale y mucho más que eso porque cómo es posible que cruzando el Río Bravo, en territorio estadounidense sí paguen mucho más que aquí a un simple trabajador”, se preguntó Marcial Zermeño Hernández, secretario general del Sindicato de Yeseros cetemistas.
Calificó de ‘sueldos miserables los que que pagan muchos patrones, pues qué familia comería con lo que aprobó apenas hace unos días la comisión que regula este asunto”.
“Deveras que cuando fijaron la cifra monetaria, seguramente estarían pensando en otro país y no en México. Es una vergüenza para los propios obreros lo que les pagan el mínimo. Los están condenando a ser cada vez más pobres porque con ese dinero que ganan no les alcanza para darles de comer a sus familias ni lo más barato”, añadió.
Los productos de la ‘canasta básica’ son cada vez más caros no se diga la tortilla, leche, huevos, tomate, cebolla, chile, aceite comestible y todo lo demás.