Tras el hallazgo de tejidos celulares y una porción de grasa, evidentemente humana, las autoridades ministeriales podrían dar vista a la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios –COEPRIS-, ante la sospecha que se trate del producto de una liposucción.
Funcionarios que conocieron del hallazgo indicaron que la actuación de el o los médicos que intervinieron en la operación deja mucho que desear, en virtud de que existe un protocolo que deben emplear las clínicas para el tratamiento de los tejidos que son extirpados de un cuerpo humano.
En tanto que personal del área de investigación trata de ubicar por el rumbo de las calles Aldama, Allende, Guadalupe Victoria, del primer cuadro de la ciudad, la clínica o consultorio médico de donde pudieron haber provenido esos tejidos que estaban mezclados entre la basura acumulada en un contenedor, en donde empezaban a descomponerse, convirtiéndose en un latente riesgo sanitario.