Accidentes de considerables daños materiales y que han dejado saldo de jóvenes lesionados, son el resultado de que remota avenida, sea la nueva pista de arrancones para infractores, muchos de ellos aún adolescentes que realizan este tipo de violaciones al reglamento de tránsito.
Vecinos, sobre todo estudiantes, han señalado que son cada vez más, los cafres, que realizan carreras y arrancones en esa arteria de doble carril, la cual conduce primordialmente a la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) campus Río Bravo.
Dicha avenida, la cual también conecta con la brecha 115, debido a su amplitud y longitud, es el nuevo escenario de los desplantes de “correlones”, que no solo ponen en peligro la integridad, la vida y propiedad de otros, sino la de sí mismo.
La distancia, la falta de vigilancia y la carencia de unidades del Escuadrón Vial, potencia las probabilidades de más accidentes, los cuales podrían deparar, consecuencias de mayor gravedad.