Un grupo de mujeres voluntarias de la zona Oriente crearon un comedor para los damnificados por las lluvias, en una bodega de tarimas colocaron mesas, sillas, cubiertos y manteles para alimentar a quienes lo perdieron todo.
Adriana Jiménez llega desde las 8 de la mañana a un salón de concreto donde pica tomate, cebolla y chile, los principales ingredientes del huevo a la mexicana que servirá de desayuno.
En una parrilla todo se junta y por aparte se guisan frijoles para acompañarlos. “Procuro llegar temprano para hacer la comida, hoy tocó huevo pero en días pasados estuvimos preparando otras cosas como papás, taquitos de harina o de maíz y guisos diferentes”
Detrás de ella hay una pantalla de televisión y sillas de plástico para que los niños vean caricaturas.
Una vez que la primer comida del día esta lista, llega Karina quien se olvida por un momento de que también es damnificada, toma platos de hielo seco e inicia a servir la comida hasta para 100 personas, entre niños y adultos.
“Yo me encargo de servir las porciones de la comida, vengo de otra colonia que también se inundo y se siente feo ver todo lo que paso, la única manera que tengo de despejarme es venir, platicar con las compañeras y ver a la gente comer sabroso y agradecidos”.
Todos los platillos van con servilletas y cubiertos.
El comedor se instaló el día miércoles cuando los vecinos de colonias como Azteca, Prolongación Delicias, Revolución Rio Verde, Juan Escutia o Ernesto Zedillo perdieron sus muebles cuando el agua entró a su casa, la corriente alcanzó hasta metro y medio.
Todos los días cambia el menú, durante las tardes se puede preparar arroz, papas, pasta o flautas de guisos.
Los insumos provienen de donaciones, así lo comenta Francisca González quién acude como voluntaria ”Todo lo que hay aquí es donado, algunas cosas nos dio el gobierno, otras los mismos vecinos y también han venido organizaciones a darnos productos, cualquier cosa que quieran traer es bien recibido”
En la cocina también hay una pilastra con papel sanitario, toallas femeninas, botellas de agua, jugos, galletas y otros paquetes que conforman la alacena del comedor ”Yo me siento muy agradecida con todos los que han venido a traernos algo, me siento mas que pagada cuando las personas dicen gracias, esa palabra lo es todo” Expresó Xóchitl quien también apoya en el comedor.
Aseguraron que sus puertas seguirán abiertas en la calle Presa de la Amistad en la colonia Prolongación Delicias hasta que la vida de los damnificados regrese a la normalidad.