Barcelona, España
Lionel Messi se robó la noche... y la Liga. En un duelo que inició con un homenaje al fallecido Enrique Castro “Quini”, La “Pulga” hizo el gol 600 de su carrera con un cobro al ángulo con el que le dio la victoria 1-0 al Barsa sobre el Atlético de Madrid, su escolta en el certamen liguero, que tras la caída quedó ocho unidades abajo.
Por más que Messi se robó los reflectores, no todo el tiempo los ojos recayeron sobre él. Tras el último adiós de “Quini”, Andrés Iniesta fue quien tomó la batuta en los primeros minutos del encuentro sorprendiendo por el sector izquierdo a la defensiva del Atleti, que mantuvo a raya al cuadro local por sufridas intervenciones en su propia área.
El “Fantasmita” flotó sin cesar por media hora, hasta que se tocó el muslo derecho, lesión que lo obligó a salir del campo y que lo descarta de la vuelta de los Octavos de la Champions ante el Chelsea en 10 días.
Fue ahí cuando Messi entró al relevo. El argentino había estado apagado pero en su primera oportunidad, cacheteó la pelota al 26’ para enviarla al ángulo de Jan Oblak, que había estado frío hasta ese momento, y con ello hilvanó tres encuentros con un tanto a balón parado.
La “Pulga” tuvo en su poder la llave para abrir el cerrojo colchonero y a partir de ahí, fueron más ocasiones en las que se permeó la sensación del 2-0 que la del empate. El Atleti se murió con poco y en la primera mitad Philippe Coutinho desperdició una opción para encarar con más calma el complemento, reventando el esférico al arquero esloveno.
En 45 minutos Antoine Griezmann y Diego Costa no le habían pegado a portería, cifra que se engrosó en el complemento hasta la recta final del encuentro cuando Kevin Gameiro meció las redes pero su tanto no fue concedido por una previa falta del atacante que está de regreso en el cuadro colchonero.
Antes de ello, el árbitro también había invalidado un tanto de Luis Suárez, quien había seguido la jugada arrancado por detrás de Oblak después de una jugada dentro del área chica.
El resto del encuentro fue una calca de la situación que ha tenido el Barcelona en la tabla, una carrera contrarreloj con poco sufrimiento, que se ha vuelto más tranquila con la victoria de ayer.