El “oro verde” le dicen. El aguacate o las paltas siempre han sido caras, solo que en los últimos años se han vuelto una tendencia gracias a los “millennials”. Si uno se mete a Instagram, el desayuno perfecto siempre tiene involucrado esta fruta o un huevo escalfado.
Esta generación se desvive por consumir alimentos “súper naturales” como semillas de chía y lino, brócoli, espicanas, tofu, quinoa, pero la estrella de todos los alimentos es el aguacate.
Si hasta existe una especie de culto hacia este alimento, como si fuera más preciado que el chocolate o la pizza.
Las paltas tienen muchos beneficios. Aparte de ser exquisitas, sacian bastante, ayudan a controlar los niveles de colesterol, nivelar los niveles de azúcar en la sangre y ayudar a sistema digestivo.
Pero el aguacate puede ser peligroso. No por sí mismo, pero sí sus combinaciones. Y aceptémoslo, uno nunca come un trozo solitario.
La “persea americana” tiene bastantes grasas buenas, pero que combinadas con carbohidratos puede llegar a convertirse en una adicción, según afirma un estudio de la Universidad de Yale.
La unión de estas cosas en un plato resultan mucho más satisfactorio que si se come por separado, como por ejemplo una tostada con aguacate, o crema de cacahuate.
El estudio dice que el cerebro valora los alimentos ricos en grasas y carbohidratos, porque tenemos una errónea costumbre de encontrar que estos aportan mayor energía, pero la unión de estos existen, generalmente, solo en alimentos procesados. Y estos tipos de alimentos, generan adicción tal como las drogas.
La directora del Centro de Investigación en Fisiología y Dietas Modernas de la Universidad de Yale, Dana Small, explicó a The Independent que “los alimentos que contienen grasas y carbohidratos parecen indicar sus potenciales cargas calóricas al cerebro a través de mecanismos distintos”.
“Nuestro estudio muestra que cuando se combinan ambos nutrientes, el cerebro sobreestima el valor energético de la comida”.
Por esto mismo una sentiría la sensación de satisfacción en este tipo de comida sana, pero esto no serviría de nada al fin y al cabo, porque aunque uno crea que son alimentos “mejores”, consideramos porciones muchos mas grandes de los recomendados.
“Existe un mecanismo por el cual esta cultura alimentaria moderna promueve el comer en exceso, y es precisamente combinado esos dos elementos que, a través de los cuales el cerebro obtiene sus recompensas y satisfacción, tal como un drogadicto haría“, dice Small.