Matamoros, Tam.
Mediante una carta que hiciera llegar a los medios de comunicación, el Cónsul de los Estados Unidos en Matamoros anunció su salida de esta encomienda.
Otto Hans Van Maerssen, en esta carta destaca la felicidad que sintió al estar viviendo por un año en territorio nacional. Llegó el 26 de julio del 2017 y a casi un año anunció su salida de México, desconociéndose por el momento quien estará ocupando su lugar.
Sin especificar los motivos de su salida del territorio nacional, el Cónsul de los Estados Unidos en Matamoros redactó unas líneas en donde se despide de los mexicanos.
“Entre algunos momentos de felicidad memorables en mi vida, recordaré especialmente mi estancia en México. Al principio cuando llegué a Tamaulipas, me gustaba mencionar que esta ha sido la tercera vez que trabajo en México y como pueden ver, sigo repitiéndolo a todos. Claro, es esencial para los diplomáticos entender el país donde se encuentran y regresar a lugares exóticos, pues es una manera de mejorar nuestro entendimiento, aunque corremos el riesgo de identificarnos demasiado con la gente en cualquier país”, dijo.
“Para mí, Mexico es incomparable a cualquier otro país. Es un país que siempre busca el camino hacia un mejor futuro. Es un país donde el tequila y la cerveza ayudan a los músicos de las calles a sonar como los más apasionados cantantes del mundo. Pero también hay que reconocer que es un país con retos, donde el pueblo lucha para que se escuche su voz. Mexico está lleno de maravillas, por el bien y el mal. He podido conocer a tantas personas maravillosas acá, por lo cual estoy eternamente agradecido”, agregó.
Así mismo continuó: “Pero al fin llegó el tiempo de dejar al lado mi sueño mexicano. Un sueño en que: conocí a muchos nuevos amigos; visité la réplica exacta de la Capilla Sixtina; desfilé montado a caballo; felicité a egresados de varias instituciones incluyendo de la policía; entré a cárceles; fortalecí proyectos de cooperación en materia de seguridad pública; compartí el pan con cleros, abogados y políticos (santos y … ?); casi aprendí como pronunciar “Guelaguetza,” organicé programas de intercambios para estudiantes y profesionales; fui testigo de los talentos múltiples de artistas locales; y, contesté unas cuantas preguntas acerca de visas”.
La Cónsul General entrante tendrá el gusto de inaugurar la nueva sede del Consulado, y continuar fortaleciendo lazos entre nuestros pueblos. Seguramente, vamos a continuar nuestras labores para mejorar el respeto al estado de derecho, de promover el desarrollo de esta región tan dinámica, y de proteger a nuestros conciudadanos. Yo tendré el gusto de recordar mis vivencias y de estar agradecido por haber conocido a algunas de las mejores personas en el planeta. ¡Viva México!, concluyó.