San Antonio, EU
En la Copa Oro, México suda frío hasta contra Curazao.
El 2-0 del “Gigante de la Concacaf” frente a un debutante en este torneo, que representa a un país de 153 mil habitantes y que se ubica en el sitio 68 del ranking FIFA, fue un marcador engañoso, maquillado por Jesús Corona y el travesaño.
Mientras en la Copa Confederaciones fueron Portugal o Rusia las Selecciones que hicieron figura a los porteros mexicanos, ayer en el Alamodome, de San Antonio, fue Curazao el que exigió a fondo al guardameta, situación que inquieta de cara a los Cuartos de Final, el jueves contra Honduras en Phoenix.
Antes de que Ángel Sepúlveda vulnerara el marco del cuadro antillano, al 22’, el rival tuvo tres opciones claras de gol, una en la que Gino van Keesel voló el balón, otra en la que Corona desvió la pelota tras un disparo raso y colocado, y una más en la que el árbitro no sancionó como penal una falta de Jair Pereira sobre Leandro Bacuna.
El Tricolor se impuso con el sello en la era de Juan Carlos Osorio, por las 10 rotaciones y porque el gol cayó justo cuando el equipo más sufría en zona defensiva.
El paupérrimo desempeño del Tri en el primer tiempo no sólo se explica por la cantidad de cambios en el once con relación al duelo contra Jamaica, sino también por la imprecisión de jugadores como César Montes, Luis Rodríguez, Jorge Hernández, Érick Gutiérrez y Martín Barragán, quienes perdieron el esférico en salidas de rutina.