La cocina se abre desde las 8 de la mañana en la Alianza Cristiana de Reynosa, donde mujeres voluntarias comienzan a cocer frijoles, arroz y verduras, otras preparan guisos de carne o pollo, alimentos que después transportarán a colonias marginadas, puentes fronterizos u hospitales.
Son más de mil platos de comida los que salen a diario de este lugar, ubicado entre el Boulevard Hidalgo y Del Maestro, Mario Antonio Pérez Rojas, Pastor Cristiano encargado del proyecto, explicó que cuentan con 4 camiones “De nuestros vehículos, 3 van con rutas fijas, el primero va al Hospital Materno Infantil, el segundo al Hospital 15 y el tercero al hospital 270 donde instalamos un comedor improvisado para darle comida a quien lo necesite, hay muchas personas enfermas o que van a cuidar pacientes con muchas necesidades“.
Un último camión se desplaza por la ciudad hasta llegar a puntos como la Casa del Migrante o debajo de los puentes fronterizos donde se encuentran con familias que vienen de Centro América en búsqueda de asilo “Nos duele mucho llegar y ver esa realidad, mujeres que viajan con sus hijos huyendo de carencias, de violencia, padres que buscan una mejor vida y que están esperando tener una oportunidad en otro país“.
Sus menús se han adaptado a las condiciones del clima, en esta temporada de calor entregan platos en su mayoría hechos con verduras que son entregados por la tardes, se acompañan de aguas frescas de frutas naturales “Es una comida casera, vienen voluntarias, señoras con un sazón muy rico y preparan todo, las aguas deliciosas ahorita hacemos más de pepino o de papaya“.
ALIMENTO GENEROSO
Todo el alimento y material para servirlos es producto de donaciones de miembros activos de la iglesia o de ciudadanos que llegan a la Alianza. “Aquí en la iglesia la gente viene a apoyar, algunos traen pollo, carnes, también requerimos de muchas hortalizas, arroz, agua y desechables, platos, cucharas, vasos y servilletas porque cada plato tiene que estar bien presentado“.
El proyecto de dar comida a los necesitados surgió desde hace 15 años pero fue viable hasta el 2013 “La verdad es que nosotros tenemos un principio espiritual, esto lo hacemos por gratitud a Dios, por amor y por mandamiento, de ver por el prójimo y obviamente la satisfacción que te da el terminar con una necesidad, es algo hermoso que no tiene pago“.
Perez Rojas afirma que el único pago que reciben los voluntarios son las expresiones de quienes alimentan “Aveces te dicen cosas que tú ni les crees, experiencias que han atravesado muy tormentosas, algunos nada más con mirarte te dan las gracias, porque uno presiente que su vida o su camino ha sido muy difícil y si nosotros podemos ayudarlos a mejorar“.
COMIDA AL NECESITADO
Entregan mil alimentos y bebidas por día
Se dividen los voluntarios en 4 camiones
Las labores son de lunes a domingo