En la Iglesia Católica no llevamos una cuenta de las personas víctimas de la delincuencia, pero muchos sacerdotes de la diócesis de los 20 municipios del centro del Estado, ofrecen misa de “cuerpo presente” solamente con la pura cabeza de la víctima.
Porque así nos lo piden las viudas, madres, hermanos, hijos o la familia del difunto, la gente adolorida se acerca a nuestros sacerdotes y lo único que nosotros podemos hacer es consolarlos y hacer oración por sus almas.
Lamentó el obispo de la diócesis de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, al referir que es lamentable que familias y personas sin merecerla los maten, es triste, lamentable, injusto, lastimoso que suceda esto en Victoria.
“A lo mejor si es importante tener una cifra, pero para que nos sirve saber que son mil o tres mil muertos, tristemente me enteré por los medios de comunicación que en estas semanas van más de 20 personas muertas, tal vez fueron más y eso no lo vamos a saber con certeza”, comentó. (Cd Victoria, Tam.)