Casas abandonadas, sobre todo en colonias como la Benito Juárez y Morelos, son lugares donde pirómanos “se divierte”, danto rienda suelta a sus instintos destructivos.
Vecinos de esos dos sectores populares, señalaron que constantemente toxicómanos, se introducen en las viviendas que están vacías, ya sea porque sus dueños migraron, las abandonaron o simplemente se desentendieron de ellas, para realizar todo tipo de desmanes.
Uno de los mayores dolores de cabeza de los vecinos afectados, es cuando a estos drogadictos, les da por incendiar las casas abandonadas, pues en el mejor de los casos, las fuertes cortinas de humo, penetran en las viviendas de los afectados, intoxicando a sus moradores.
En el peor de los casos, las llamas alcanzan terceras viviendas, amenazando la vida y el patrimonio de los residentes contiguos, ameritando la intervención de Bomberos, para que los estragos no alcancen a familias ajenas a los actos vandálicos.