Defiende pontífice la unidad familiar

Rechaza los modelos que promuevan el aislamiento y criticó a las sociedades narcisistas y obsesionadas con el confort

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

El Papa Francisco rechazó ayer los modelos que promuevan el aislamiento y pugnó por familias unidas pese a las diferencias cotidianas.

“Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, a una sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort”, dijo en su discurso en el estadio “Víctor Manuel Reyna” de esta ciudad.

En su segundo evento masivo del día en Chiapas, el pontífice destacó la relevancia de discutir en familia, pero en paz.

“Una familia nunca discute, ¡mentira! El único consejo es que no terminen el día sin hacer la paz. Porque si terminan el día peleados, van a amanecer en guerra fría, y la guerra fría es muy peligrosa en la familia.

“El amor no es fácil... La vida matrimonial tiene que arreglarse todos los días”, señaló

Asimismo, alertó por el debilitamiento que sufren las familias de hoy.

“Bajo la pretensión de modernidad, (nuestras sociedades) propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento”, afirmó.

Y la precariedad que sufren tantos, señaló, es aún más peligrosa cuando nace del aislamiento.

“Existe una precariedad que puede ser muy peligrosa, que se nos puede ir colando sin darnos cuenta, es la precariedad que nace de la soledad y el aislamiento. Y el aislamiento siempre es un mal consejero”, afirmó Francisco.

Contra la precariedad y el aislamiento, sugirió legislaciones que garanticen a las familias los recursos básicos para sobrevivir.

“La forma de combatir esta precariedad y aislamiento se tiene que dar a distintos niveles. Una es por medio de legislaciones que protejan y garanticen los mínimos necesarios para cada hogar.

“Leyes y compromiso personal son un buen binomio para romper la espiral de la precariedad”, apuntó.

En respuesta a los testimonios de familias que acudieron al encuentro, entre ellos unos divorciados vueltos a casar y una madre soltera, el Papa criticó a las sociedades narcisistas y obsesionadas con el confort.

CUATRO HISTORIAS

Durante el encuentro en el estadio, el Papa escuchó las historias de cuatro familias.

La primera, de Tuxtla Gutiérrez, que ha hecho frente a la distrofia muscular de Manuel Alejandro, de 14 años.

“Pero le echo ganas”, dijo el adolescente en su silla de ruedas, frase que el pontífice repitió varias veces durante sus intervenciones, e incluso usó para bromear.

La siguiente fue la historia del matrimonio Hernández Robledo, de Tapachula, que lleva 50 años de unión.

“El amor fiel es posible”, consideró don Aniceto Hernández.

Después, las historias de Humberto Gómez y Claudia Castillo, de Monterrey, que son divorciados y vueltos a casar; y de Beatriz, una enfermera del Distrito Federal que sacó adelante a sus hijos ella sola y compartió que no quiso abortar.

“La tentación al aborto estaba ahí. La falsa salida del aborto”, señaló la mujer de 52 años ante el Papa y más de 42 mil personas que por horas resistieron en sus lugares más de 30 grados de temperatura.