Llegó diciembre y sus posadas, la época del año en la que los deportistas hacen un pequeño receso para disfrutar con sus seres queridos la Navidad, el Año Nuevo y todos los festejos que se presentan durante el maratón Guadalupe-Reyes. La paz se respira por todas partes.
Los campos, las canchas, los parques y todos los espacios deportivos lucen vacíos. Es como hacer una tregua.
Las rivalidades se quedan a un lado para convivir bajo un mismo techo. Atletas, entrenadores y directivos se olvidan de los colores para darse la mano y un fuerte abrazo, comer tamales, romper piñatas y hasta pedir posada.