Bradenton, Florida
La Selección Mexicana Sub 17 logró su objetivo, terminó invicta en el Premundial de la Concacaf, obtuvo su boleto para Brasil y cerró el torneo venciendo 2-1 a Estados Unidos, aunque en este partido sufrió y batalló para sacar el resultado en tiempo extra.
El equipo dirigido por Marco Antonio Ruiz dejó muchas dudas sobre el funcionamiento, sobre todo ahora que realmente fue exigido por una escuadra que también se prepara como ellos, que tiene jugadores de buen nivel y que por poco manda el encuentro a la definición por penales.
A la escuadra mexicana le faltó llegada e hilvanar un mayor número de jugadas a la ofensiva, por momentos se quedó esperando a que el rival propusiera, pero sin tener un planteamiento más ambicioso.
El Tri sacó adelante la encomienda por la calidad individual de varios de sus jugadores, pero el “Chima” Ruiz se quedó corto para sacudir al equipo en el complemento y mover sus piezas para hacerlos fluir.
Si quieren tener un buen desempeño en el Mundial se tiene que trabajar en lo táctico, en buscar opciones, y abandonar los esquemas tradicionales.
En los tiempos extra, el partido lo salvó Ivan Luna, un jugador que sacó el extra y aprovechó que Bryan González le puso medio gol, fue el empuje de los jugadores el que rescató el resultado para llevarlos a sumar su cuarto título consecutivo en la Concacaf.
En el recuerdo todavía está presente aquella brillante generación del 2005, y en este equipo hay elementos de gran calidad, sólo falta que los hagan jugar y exploten sus cualidades para que no vayan a ser una decepción en la Copa del Mundo, donde México ya demostró dos veces que puede ser el mejor.