Esto, de acuerdo con Michael Harringon, director de energía de la firma financiera.
El lugar propuesto para la construcción del parque eólico estaba aislado y fue de difícil acceso, abundó.
Antes de aprobar un proyecto, la firma evalúa si puede ser blanco de ataques directos de la delincuencia organizada, lo cual define si el proyecto avanza o no.
‘‘Si no podemos realmente acomodarnos a un plan que va a ser exitoso mitigando ese riesgo, no vamos a invertir. Punto. No hay conversación y no vamos a hacerlo si pensamos que es un riesgo que no podemos controlar’’, dijo el especialista.
Recalcó que no aceptaría que las personas trabajaran en áreas donde los directivos no quieren entrar.
No obstante, Harrington destacó que el producto por comercializar no es fácil hurtarlo y comercializarlo; no obstante, la empresa reconoce la amenaza de que les puedan robar cobre, herramientas y hasta vehículos.
La empresa está por cerrar un contrato con otra compañía para construir un parque eólico igualmente en Tamaulipas, pero en una localidad diferente a la del proyecto que rechazaron.
Este parque, de entre 150 y 250 megawatts de capacidad, podrá cerrar el acuerdo financiero en 2015. Este proyecto se sumará a otro de 50 megawatts que tiene la empresa eléctrica de Actis, Zuma, en Oaxaca de 50 megawatts. (MÉXICO, DF)