Será por las lluvias o por falta de mantenimiento, pero la gran mayoría de las rutas del transporte colectivo están destrozadas, situación que afecta mucho a los concesionarios porque aumentan las descomposturas de las unidades por daños sobre todo al sistema de suspensión.
“En la administración municipal que termina hoy viernes, fueron contadas las reparaciones de calles y avenidas de la periferia que se hicieron y bueno, ya serán las entrantes a las que les tocará un trabajo muy difícil en este renglón pero confiamos en que se hará una mejora en las vialidades”, comentó Alberto Chávez Nevàrez, presidente del Grupo Unido de Choferes.
Por lo pronto, “nosotros estamos pagando los platos rotos porque las averías a los microbuses y taxis son el ‘‘pan’’ de todos los días y lo mismo se desbaratan rótulas, transmisiones, diferenciales, llantas, amortiguadores, entre otras piezas más por lo intransitable del terreno por el que circulamos diariamente”, comentó el dirigente.