Y la venganza resultó terrible para el Espanyol.

Lionel Messi, Neymar y Gerard Piqué, vapuleados tres días atrás por los fanáticos periquitos, se encargaron de casi enterrar la eliminatoria de la Copa del Rey, en la ida de Octavos.

Con el 4-1 de ayer en el Camp Nou, es casi imposible pensar en una remontada de los Periquitos en la vuelta del día 13.

Piqué, silbado cuando tocaba cada pelota; gritos racistas contra Neymar y burlas contra Messi por su situación fiscal, habían sido protagonistas el sábado en Cornellá-El Prat. Ahora lo fueron en el marcador. En el túnel, Dani Alves daba instrucciones al debutante Arda Turan, quien por fin debutaría tras medio año congelado por el castigo de un año sin fichar contra el Barsa. En el segundo tiempo, también Aleix Vidal tomaría la alternativa.

El desafío del Barsa era sellar la eliminatoria antes de la vuelta, pero la situación se complicó cuando tras una mala entrega de Alves, al 9’, Marcos Asencio asistió a Felipe Caicedo para el 1-0 de la visita.

Cuatro minutos después, Iniesta pasa filtrado al medio y Messi la manda al fondo.

El partido termina como empezó. Con la tribuna enardecida y caliente en la cancha. Todavía queda la vuelta, pero el viaje al estadio españolista parece tener un seguro de vida.