México.
La Interpol ha detenido la madrugada de este viernes en Madrid a uno de los llamados Porkys, un grupo de amigos acusados de violar a una menor en Veracruz, México. Diego Cruz había huido a España poco antes de que un juez decretara una orden de detención en su contra. El caso ha sacudido al país en los últimos meses porque todo apuntaba a que los más poderosos podrían evadir fácilmente a la justicia. Cruz está acusado de pederastia tumultuaria y se enfrenta a una pena de 12 a 40 años de cárcel.
El joven se encontraba con un grupo de amigos en Madrid cuando lo detuvieron, según cuenta la Fiscalía de Veracruz. En ese momento él intentó sin éxito mentir sobre su identidad, informan las autoridades.
El único que queda prófugo de la pandilla es Jorge Cotaita, quien junto con Cruz, está acusado también de pederastia agravada. El primer detenido fue Enrique Capitaine, hijo de un exalcalde veracruzano, el pasado 12 de mayo. Éste fue señalado por Daphne Fernández, que en ese momento tenía 17 años, como su violador. Los demás sólo abusaron de ella. Cruz y Cotaita enfrentan, no obstante, al delito más grave al cometer el abuso en grupo.
El Gobierno mexicano solicitó a España la detención provisional de Cruz con el fin de ser extraditado. Desde este viernes cuenta con un plazo de 45 días para reunir toda la documentación necesaria para que se cumpla el tratado. "Una vez agotado el trámite legal internacional, Cruz será trasladado a Veracruz, para que sea puesto a disposición judicial", informa la Fiscalía de ese Estado mexicano.
Jorge Winckler, el abogado de la víctima, Daphne Fernández, sospecha que el detenido tiene la doble nacionalidad, mexicana y española. "Creemos que hará todo lo posible para retrasar su traslado a México", señala desde el otro lado del teléfono.
Los hechos ocurrieron el 2 de enero de 2015, cuando los amigos salían de una discoteca del Puerto de Veracruz. Se subieron a un Mercedes negro recién estrenado, propiedad del padre de Capitaine, y según la víctima, la obligaron a ir con ellos. En la parte de atrás del coche Cruz y Cotaita abusaron de ella, según el testimonio de la víctima. Y al llegar a la casa de Capitaine, éste la violó. Esa noche todavía no se apodaban Los Porkys.
Estos hijos de familias adineradas en Veracruz, que se paseaban exhibiendo su poderío por las zonas más exclusivas de la entidad como auténticos mirreyes, fueron bautizados con el mote por su parecido con aquellos Porkys de Xalapa que marcaron el imaginario colectivo de los veracruzanos en los años noventa y principios de los 2000. Todos juniors o mirreyes, chicos de familias poderosas e influyentes de la región, hijos de empresarios y políticos, fueron señalados por la comisión de un crimen y exonerados después de las consecuencias penales. Aquellos mataron a un joven a golpes y, como los actuales, pese a estar implicados en el caso, lograron sortear la Justicia y cruzar las fronteras.
Las protestas por la impunidad de los ricos alcanzaron el debate internacional. Después de un año del momento de los hechos, Los Porkys ni siquiera tenían una orden de aprehensión. El caso alcanzó su punto de ebullición cuando se dio a conocer la noticia de que al menos dos de ellos habían huido del país por la puerta grande. Al estallar el escándalo, la Fiscalía emitió rápido las órdenes de detención y las fichas rojas de la Interpol.
El paradero del tercer miembro del grupo, Jorge Cotaita, implicado además en el homicidio de un corredor en el Puerto de Veracruz, no se ha dado a conocer. El cuarto, Gerardo Rodríguez Acosta, que manejaba el vehículo en el que supuestamente abusaron de la joven, quedó libre de cargos.