Kabul, Afganistán
El Movimiento Talibán difundió una serie de condiciones antes de iniciar las conversaciones de paz con el gobierno de Afganistán, entre ellas el establecimiento de su sede oficial y que se le elimine de una “lista negra” que emite Naciones Unidas (ONU).
En un comunicado, la insurgencia consideró que la “paz sólo es viable cuando se identifican y evalúan las formas prácticas de la paz”, por la que ha establecido ciertas condiciones previas a las negociaciones con el gobierno de Kabul, iniciadas este domingo en Qatar.
Entre otras medidas, la guerrilla talibana exige su eliminación de la “lista negra” de organizaciones terroristas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la liberación de sus miembros presos y el fin de la propaganda “venenosa” en su contra.
En su declaración oficial, el Movimiento Talibán refrendó que su oficina política en Doha, Qatar, es la única entidad autorizada y responsable asignada por el Emirato Islámico (nombre usado por el grupo durante su régimen en Afganistán) para llevar a cabo las negociaciones.
Además de que las todas las cuestiones relativas a los extranjeros, en particular Estados Unidos, deben ser discutidas directamente entre el Emirato Islámico y la administración estadunidense, según un reporte de la agencia de noticias afgana PAN.
Sin embargo, para las cuestiones relativas a Afganistán, el Talibán consideró que los afganos cuentan con la preparación y la capacidad para resolver sus problemas, además de ser su obligación, como es requerido por la fe y la conciencia, servir al pueblo.
El Movimiento Talibán -que gobernó Afganistán entre 2006 y 2011- destacó que el Emirato Islámico está comprometido con las actividades civiles, la libertad de expresión y los derechos de las mujeres, a la luz de las normas islámicas, los intereses y los valores nacionales.
También consideró su responsabilidad de proporcionar a los hijos de la nación acceso a la educación y la protección, así como la construcción de instalaciones y activos de beneficio público nacional, encaminados a lograr el progreso del país, el bienestar y la prosperidad del pueblo.
“Nuestra Yihad (Guerra Santa) se centra en poner fin a la ocupación y lograr un sistema islámico. No queremos interferir en otros asuntos, ni usamos nuestro suelo para dañar a otros, ni permitir que otros interfieran en nuestros asuntos”, subrayó el comunicado.
El grupo islamista radical aseguró que quiere buenas relaciones con el mundo sobre la base del respeto mutuo y recordó que el Emirato Islámico nunca estuvo contra las leyes internacionales, ni contra las normas islámicas y los intereses y valores nacionales.
Al final de la declaración, el Talibán pidió a “los invasores” abandonar Afganistán y dar a los afganos la oportunidad de determinar su suerte por ellos mismos.
La declaración, difundida por correo electrónico por el portavoz del Talibán, Zabihullah Mujahid, a los medios en Afganistán, se difundió poco antes del inicio de las conversaciones que se celebran este domingo a puerta cerrada en la capital qatarí.
Las conversaciones de paz son organizadas por las Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales, una organización ganadora del Premio Nobel de la Paz 1995, centrada en la resolución de conflictos en todo el mundo.
La ratificación de la oficina de Qatar como su única entidad autorizada y responsable del Emirato Islámico, confirma que el Talibán mantiene al frente al mulá Akhtar Mansoor, quien asumió oficialmente el liderazgo del grupo tras la muerte del mulá Omar el año pasado y las divisiones subsecuentes.
El Movimiento Talibán (“Estudiantes” en lengua pashtún) es una facción político-militar fundamentalista islámica creada en Afganistán en septiembre de 1994 por veteranos de la guerra contra la desaparecida Unión Soviética.
Luego de una larga lucha, el Movimiento llegó al poder en 2006 bajo el nombre oficial de Emirato Islámico y la imposición de una de las más estrictas interpretaciones de la Sharia (Ley Islámica), que se hizo famosa internacionalmente por el maltrato a las mujeres.
El régimen talibán fue derrocado con la invasión de Estados Unidos a fines de 2001, luego del atentado del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, orquestado por el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien en ese entonces se refugiaba en Afganistán, protegido por el Talibán.