Ciudad de México
Después de estar a un out de la derrota, México reaccionó y arrebató ayer el triunfo a Australia, al imponerse 3-2 en la primera jornada de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport, Pennsylvania.
La artillería de la Liga Matamoros, de Tamaulipas, había sido maniatada por el pitcher abridor de los australianos, Oscar Hyde, quien consiguió 12 ponches, pero tuvo que salir del encuentro por exceder el número de lanzamientos, 85, que establece el reglamento
Jake Calvert entró al relevo con ventaja de 2-1 en la pizarra, dos outs y sin corredores en base, pero no pudo ayudar al conjunto de Oceanía a lograr su primer triunfo en su historia sobre un representativo mexicano.
Fernando López empalmó un doblete al jardín izquierdo y avanzó a la antesala con sencillo de Isaak Arias.
Enseguida, Ángel Martínez se vistió de héroe al conectar un extrabase al jardín central, permitiendo que anotaran López y Arias, las carreras del empate y del triunfo, respectivamente, dejando a Australia tendida en el terreno.
Por México inició en la loma Gael Ponce, quien sumó 12 ponches, permitió tres hits y otorgó seis bases por bolas. Terminó Alberto Gómez, quien fue el pitcher vencedor, con labor de una entrada dos tercios y ponchó a los cinco rivales que enfrentó.
La Liga Matamoros regresó a Williamsport después de 10 años de ausencia. La última vez que asistió a esta Serie Mundial llegó hasta la Final y perdió.
El próximo encuentro del conjunto tricolor, que dirige Ismael Lozano, será ante Corea del Sur (1-0) este domingo a las 8:00 horas, tiempo del centro del País,
David Mascorro, manager de la Liga Matamoros, no pudo hacer el viaje a Williamsport porque no pudo sacar a tiempo su visa.
Hasta el último out la novena tricolor jugó para ganar.
“Nunca nos echamos para abajo, estamos muy orgullosos de lo que hicimos. Gracias a que peleamos hasta el final conseguimos una victoria que es importante”, dijo Alberto Gómez, pitcher que se llevó la victoria.
En la Serie Mundial de Ligas Pequeñas una derrota pone al conjunto contra la pared, pues el formato es a doble eliminación, por lo que rescatar el triunfo frente a los australianos fue vital, tomando que el conjunto de Oceanía era considerado el rival más débil del grupo internacional.