La eliminación de la lepra en 2018 es uno de los objetivos trazados por la Secretaría de Salud a nivel nacional, para lo cual ya se trabaja en el resto de las instancias gubernamentales. El mal considerado como milenario es curable y es bueno que lo sepa la población en general.
Aquí en Reynosa existen dos casos de la enfermedad bajo tratamiento. Uno de ellos está en vigilancia posterior a su tratamiento por un espacio de cinco años al igual que sus contactos o familiares con los que convive diariamente.
El otro, persona de la tercera edad, acaba de terminar su tratamiento y las mismas acciones que se llevan a cabo en el primero de los casos, también aplica para ella.
El objetivo de los trabajos que se llevan a cabo es el de confirmar que la curación sea total pero también mantener en estudio a los contactos para prevenir algún contagio.
Para Saúl Sepúlveda Issasi, jefe de Medicina Preventiva en la Jurisdicción Sanitaria IV, la sintomatología del padecimiento inicia por manifestaciones en la piel, se trata de manchas libres de color que no responden a tratamiento alguno pero que posteriormente pueden convertirse en una infección leprosa pero que bien puede sanar la persona con tratamiento.
“Desde 2009 no tenemos pacientes nuevos y esto habla de que los programas de prevención están arrojando buenos resultados así como la vigilancia epidemiológica que se realiza de manera permanente como parte de un programa que lleva a cabo la Secretaría de Salud”, dijo el galeno.
Explicó que el mal se transmite a través de gotas de saliva, gotitas nasales y los más propensos de sufrir un riesgo son sus contactos cotidianos o las personas con las que convive día con día o con mucha frecuencia el paciente.